Exhibe Murillo desorden en justicia

La procuración de justicia en México a nivel local y federal está en el abandono, es improvisada, desordenada y perdió su objetivo central.

Ese fue el diagnóstico que Jesús Murillo Karam, Procurador General de la República, exhibió ayer ante el Presidente, gobernadores, legisladores e integrantes de la sociedad civil, durante Segunda Sesión Extraordinaria del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP).

"Durante muchos años, este País no requirió ni de estructuras profundas ni de coordinaciones porque su nivel de delincuencia era muy similar al promedio mundial", explicó Murillo en un breve discurso.

"Fue el emergente surgimiento de una delincuencia con poder y dinero lo que propició que esa misma emergencia generara que los gobiernos en cada uno de esos momentos -y me refiero a todos y desde hace mucho tiempo- tuviesen que actuar en base a la coyuntura y empezar a actuar respondiendo ante la circunstancia que generaba el conflicto", expresó el funcionario.

Sostuvo que las instituciones de seguridad pública, procuración de justicia y de información estratégica padecen una desarticulación que impide su correcta y eficaz coordinación.

Por ende, la integración de las investigaciones y los planteamientos ante las autoridades de justicia están desvinculados y se "abona brutalmente la impunidad", dijo el Procurador, quien habló después del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

En su propio diagnóstico, Osorio dijo que entre 2006 y 2011 se cometieron 10.6 millones de delitos a nivel nacional. Que ocho de cada 100 delitos, son denunciados, y de esos, el 15 por ciento son resueltos. "Se estima, entonces, que sólo uno de cada 100 delitos se castiga", concluyó el funcionario.

 
CRISIS EN PGR
 
En su discurso, Murillo Karam puso en evidencia también la crisis de la dependencia cuya titularidad ocupa desde hace 17 días.

"La PGR arrastra a través de los años, de muchos años, una estructura que no corresponde a la realidad actual porque fue condicionándose de manera desordenada para responder a la coyuntura, provocando hoy una fragmentación descoordinada que bloquea y desfasa el ejercicio de su función en el detrimento claro del cumplimiento de sus funciones.

"Perdimos el propósito central de la investigación y lo tuvimos que cubrir con medidas extraordinarias que han producido un efecto perverso al convertirse en mecanismos casi únicos de consignación, violentando con frecuencia derechos fundamentales", criticó.

Refirió que la coyuntura de seguridad en el sexenio pasado detonó un crecimiento desconfigurado y desproporcionado en la PGR carente de objetivos generarles, permanentes y sistémicos.

"Se produjo un incremento en la cantidad de policías y ministerios públicos, en la prisa, no logró la calidad de sus elementos ni en el mejoramiento de los procedimientos con por lo menos la suficiencia para enfrentar una delincuencia creciente en posibilidades y recursos", remarcó.

Murillo Karam también reprochó el atraso en la ejecución del sistema de justicia acusatorio.

"Los avances son insuficientes", puntualizó. "Esfuerzos de capacitación se estrellan ante la ausencia de definición precisa que tendrán que hacer las leyes que reglamenten el modelo constitucional conforme a las condiciones de la realidad mexicana", afirmó al hacer una aparente alusión a la falta de reformas en los diferentes códigos de procesamientos penales en el País.

Finalmente, el Procurador expresó que la actuación de autoridad debe ser transparente, pública y medible para cumplir con su propósito central que es la justicia.

"Que no haya un inocente en la cárcel y que el delincuente tenga la sanción adecuada, es así de simple y así de difícil, pero no imposible", concluyó en titular de la PGR en su discurso en Palacio Nacional.

Henia Prado, Reforma, 18 de diciembre.