Incluye Senado calidad educativa

El Senado aprobó anoche la reforma educativa, pero la turnó de regreso a la Cámara de Diputados, ya que modificó la redacción para obligar al Estado a garantizar la calidad del servicio y la creación de un Sistema Nacional de Evaluación.

El pleno avaló la propuesta impulsada por el Presidente Enrique Peña Nieto y algunas adiciones con 113 votos a favor, de legisladores de todos los partidos, y 11 en contra de senadores de partidos de izquierda.

Desde las comisiones de Puntos Constitucionales, Educación y Estudios Legislativos, los legisladores del PAN y PRD impulsaron modificaciones para incorporar a la Constitución, de manera textual, la obligación garantizar educación de calidad.

A propuesta del senador del PRD, Mario Delgado, los legisladores determinaron que el Estado garantizará la calidad en la educación obligatoria de manera que los materiales y métodos educativos garanticen, también, el máximo logro de aprendizaje de los alumnos.

La garantía deberá incluir la organización escolar, la infraestructura educativa y la idoneidad de los docentes y los directivos de las escuelas.

"(La educación) será de calidad, con base en el mejoramiento constante y el máximo logro académico de los educandos", se establece en la nueva redacción, presentada como reserva por la bancada del PAN.

Además, la oposición también consiguió que se plasmara en la Constitución el compromiso de crear un Sistema Nacional de Evaluación Educativa, justamente para garantizar la calidad en la prestación de los servicios.

"La coordinación de dicho Sistema estará a cargo del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación", señalaron en el documento.

Además, se estableció que los integrantes de la Junta de Gobierno del INEE tendrán una duración en su cargo de 14 años.

En total, la oposición impulsó seis cambios, de los cuales sólo prosperaron cinco.

El PRD había alertado sobre la redacción del inciso a), fracción III, del quinto transitorio, por considerar que la aportación de cuotas contemplado en el mismo, podría interpretarse como un paso hacia la privatización de la educación.

Aunque planteó derogarlo, en una jugada de última hora el PT propuso un ajuste en la redacción que fue respaldado por el PRI, PAN y PVEM, para conservar el artículo.

Durante la discusión, los legisladores federales aseguraron que la reforma es un golpe contra el corporativismo y el control que ha mantenido Elba Esther Gordillo, a través del SNTE, sobre el sistema educativo.

"Con esta reforma se avanza en el rescate del secuestro en que ha mantenido al proceso educativo", señaló el senador del PAN, Javier Corral.

Senadoras del PRD consideraron que la reforma se quedó corta.

"Se debió revisar la cuestión sindical, entre otros rubros. Se necesita una reforma que deje claro que el SNTE no debe participar en el Poder Ejecutivo", expresó la perredista Lorena Cuéllar.

La reforma aprobada y turnada a San Lázaro establece las bases de creación de un servicio profesional docente, basado en concursos de oposición, para el ingreso, promoción y permanencia en la educación básica y media superior que imparta el Estado.

Según el documento, el ingreso al servicio docente y la promoción a cargos con funciones de dirección o de supervisión en la educación básica y media superior que imparta el Estado se llevarán a cabo mediante concursos de oposición.

Los legisladores determinaron que la ley reglamentaria fijará los criterios de evaluación y los términos para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio.

Claudia Guerrero y Leslie Gómez, Reforma, 21 de diciembre.