LA HABANA.- Cuba llevará mañana a juicio al contratista estadounidense Alan Gross, cuya detención hace 15 meses por delitos contra la seguridad del Estado agudizó el enfrentamiento entre ambos países, enemistados desde la Guerra Fría.
La fiscalía pide 20 años de cárcel para Gross, acusado de distribuir equipos satelitales de comunicación prohibidos en Cuba, a través de un programa estadounidense para promover cambios políticos en la Isla.
"El juicio sirve al Gobierno cubano para generar tres efectos: movilizar el sentimiento nacionalista de la población, disuadir de modo ejemplificante la participación en programas de cambio de régimen y generar un efecto internacional de repulsión a la política norteamericana hacia Cuba", dijo Arturo López-Levy, experto politólogo de la Universidad de Denver.
La detención de Gross abortó un acercamiento ofrecido apenas unos meses antes por Obama, y llevó a ambos Gobiernos a atrincherarse en sus posiciones históricas. Mientras Estados Unidos niega que el contratista, de 61 años, sea un espía, Cuba asegura que la intención del estadounidense era desestabilizar al régimen.
Aunque Cuba no ha dado pruebas, pocos días antes del juicio un blog cercano al Gobierno sugirió que Gross pretendía, en realidad, poner en línea a una "ciberélite" de disidentes.
"Desde la detención de Gross se ha intentado deslizar una cortina de humo sobre los verdaderos motivos de su accionar", escribió Iroel Sánchez, ex funcionario cubano.
Cuba ha alertado sobre el potencial desestabilizador de redes sociales como Twitter y Facebook, cruciales en las revueltas recientes en Medio Oriente.
Pese a la dura condena que pende sobre Gross, diplomáticos y analistas creen que tras bastidores Cuba y Estados Unidos podrían haber llegado a un acuerdo.
"Para el Gobierno cubano, la utilidad de retener a Gross termina con la denuncia de la política hostil estadounidense", dijo López-Levy.
Pero aún no está claro qué ganaría La Habana con dejarlo ir. Algunos observadores creen que Washington podría responder quitando a Cuba de su lista negra de países o interrumpiendo programas como el que metió a Gross en problemas.
Reuters
Conózcalo
Nombre: Alan Gross
Edad: 61 años
Cargos: Distribuir equipos satelitales de comunicación prohibidos en Cuba. Viajó a Cuba subcontratado por la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos para promover cambios políticos en la Isla. Cuba lo ha descrito como "mercenario" y ha sugerido que realizaba tareas de espionaje.
La fiscalía pide 20 años de cárcel para Gross, acusado de distribuir equipos satelitales de comunicación prohibidos en Cuba, a través de un programa estadounidense para promover cambios políticos en la Isla.
"El juicio sirve al Gobierno cubano para generar tres efectos: movilizar el sentimiento nacionalista de la población, disuadir de modo ejemplificante la participación en programas de cambio de régimen y generar un efecto internacional de repulsión a la política norteamericana hacia Cuba", dijo Arturo López-Levy, experto politólogo de la Universidad de Denver.
La detención de Gross abortó un acercamiento ofrecido apenas unos meses antes por Obama, y llevó a ambos Gobiernos a atrincherarse en sus posiciones históricas. Mientras Estados Unidos niega que el contratista, de 61 años, sea un espía, Cuba asegura que la intención del estadounidense era desestabilizar al régimen.
Aunque Cuba no ha dado pruebas, pocos días antes del juicio un blog cercano al Gobierno sugirió que Gross pretendía, en realidad, poner en línea a una "ciberélite" de disidentes.
"Desde la detención de Gross se ha intentado deslizar una cortina de humo sobre los verdaderos motivos de su accionar", escribió Iroel Sánchez, ex funcionario cubano.
Cuba ha alertado sobre el potencial desestabilizador de redes sociales como Twitter y Facebook, cruciales en las revueltas recientes en Medio Oriente.
Pese a la dura condena que pende sobre Gross, diplomáticos y analistas creen que tras bastidores Cuba y Estados Unidos podrían haber llegado a un acuerdo.
"Para el Gobierno cubano, la utilidad de retener a Gross termina con la denuncia de la política hostil estadounidense", dijo López-Levy.
Pero aún no está claro qué ganaría La Habana con dejarlo ir. Algunos observadores creen que Washington podría responder quitando a Cuba de su lista negra de países o interrumpiendo programas como el que metió a Gross en problemas.
Reuters
Conózcalo
Nombre: Alan Gross
Edad: 61 años
Cargos: Distribuir equipos satelitales de comunicación prohibidos en Cuba. Viajó a Cuba subcontratado por la Agencia de Desarrollo Internacional de Estados Unidos para promover cambios políticos en la Isla. Cuba lo ha descrito como "mercenario" y ha sugerido que realizaba tareas de espionaje.
Reforma, 3 de marzo.
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