Deporta EU a México a 300 mil extranjeros

REYNOSA.- Cada año, cientos de miles de migrantes de otros países, muchos de ellos con antecedentes penales, son deportados sin control a México por parte de las autoridades de Estados Unidos. De acuerdo con integrantes de la Conferencia Legislativa Fronteriza -un programa de colaboración entre ambos países-, Tamaulipas, Coahuila, Chihuahua, Sonora y Baja California reciben anualmente unos 300 mil extranjeros expulsados de EU, quienes se suman a las deportaciones de mexicanos. Esta situación se está convirtiendo en un problema serio para los estados fronterizos que los reciben, ya que los deportados representan una carga fiscal, de seguridad y de salud pública, advirtieron especialistas y funcionarios, quienes también cuestionaron que se deporte a México a personas de otras nacionalidades. Registros del Instituto Nacional de Migración (INM) señalan que en 2008 fueron deportados 577 mil 826 mexicanos por toda la frontera norte; en 2009, 601 mil 356; en 2010, 469 mil 268, y hasta agosto de 2011, 291 mil 632. El organismo no reporta cifras de extranjeros deportados. Guadalupe Flores de Suárez, integrante de la Conferencia Legislativa Fronteriza y presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas, cuestionó que a México sean enviados migrantes de otros países. "Muchas veces están mandando delincuentes y ni siquiera informan", señaló. "Tampoco podemos cargar con algo que no nos compete. Convengo que me dejen a los oaxaqueños, a los guerrerenses (...) pero ¿por qué tenemos que cargar con otros?". También expresó que los estados no pueden dejar morir a los deportados en los cruces. "Tienes que darle la misma atención a un guatemalteco, a un salvadoreño, que a los mexicanos. Entonces, es una carga extra para los municipios fronterizos". Juan Triana Márquez, ex delegado del INM en Reynosa, destacó que muchos centroamericanos declaran a las autoridades migratorias estadounidenses ser mexicanos para poder reincidir en su intento de cruzar a EU. Benito López y Miguel Domínguez corresponsales, Reforma, 23 de octubre.