Cordero no levanta, ni con mentiras sobre la deuda en Coahuila, afirma el gobernador

El gobernador electo de Coahuila, Rubén Moreira Valdés, afirmó que el ex secretario de Hacienda y actual aspirante a la candidatura presidencial del PAN, Ernesto Cordero, “miente con relación a la deuda de Coahuila” y lo hace “de manera premeditada, pero poco exitosa ya que ni así sube en las preferencias electorales”. Advirtió que el ex secretario de Hacienda “se convertirá en el primer dinosaurio del nuevo milenio; será un corderosaurio”, dijo, y afirmó que “recurrirá a cualquier cosa para tratar de avanzar, porque en realidad no tiene ninguna popularidad entre los mexicanos”, aseguró. En entrevista, el mandatario electo se mofó de la forma en que el PAN elegirá a su candidato presidencial para la contienda del año próximo: “Ahí no va a haber elecciones internas; lo que habrá será una PANtomima, porque si abren su proceso Josefina (Vázquez Mota) o (Santiago) Creel le ganan fácil a Cordero”, sentenció. Luego de reunirse con los diputados federales que integran la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja, que preside el mexiquense Alfonso Navarrete Prida, el inminente gobernador de Coahuila, que asumirá el cargo en diciembre entrante, rechazó que la entidad esté hipotecada por largos años, como acusa la oposición, y concretamente el panista Cordero. Anda tan mal, aseguró, que como secretario de Hacienda presenta una denuncia por la supuesta contratación irregular de la deuda pública en Coahuila, sólo para llamar la atención de la gente “que ni lo conoce”, y ahora su remplazo en esa dependencia confirma la legalidad y viabilidad de dicho endeudamiento. Por otra parte, Moreira Valdés dejó entrever la posibilidad de regresar a la Cámara de Diputados, a la que pertenece, sólo que con licencia, en el lapso que tiene antes de asumir el gobierno de la entidad. Comentó que de ser así, volvería para aportar su lucha y trabajo a fin de dar un rumbo distinto al Presupuesto de Egresos y en general el paquete económico del presidente Felipe Calderón, que es “altamente recesivo y centralista”, acusó. Luciano Franco, La Crónica, 4 de octubre.