Más tropiezos migratorios
WASHINGTON.— Planteamiento número uno: “Estados Unidos no desaprovechará este año la oportunidad histórica para sacar de las sombras y regularizar la situación de más de 11 millones de indocumentados”. Planteamiento número dos: “La frontera con México es hoy más segura que nunca. Las corrientes migratorias que se registraron entre 1970 y el 2008 son cosa del pasado y la maquinaria que se encargó de reducir a su mínima expresión la inmigración indocumentada en EU no tiene precedentes en el mundo”.
A pesar de estos postulados evidentes que demócratas y republicanos repiten estos días como un mantra, políticos como Marco Rubio, senador por Florida, insisten en que la posibilidad de un acuerdo en torno a un proyecto de reforma migratoria aún está distante.
Desde la Casa Blanca, las reservas de Rubio son vistas con escepticismo, mientras analistas acusan al republicano de intentar robar cámara para aumentar su estatura presidencial en las primarias republicanas de 2016.
Los resultados de las últimas elecciones presidenciales demostraron que los republicanos se equivocaron en su estrategia de arrinconar y demonizar al movimiento en favor de los más de 11 millones de inmigrantes indocumentados. Aunado a ello, 6 de cada 10 estadounidenses no sólo están hoy a favor de que los indocumentados permanezcan en el país sino que, además, de que tengan la oportunidad de adquirir la ciudadanía, según el más reciente sondeo de The Washington Post.
De tal suerte, por razones de supervivencia política, el Partido Republicano desanda el camino del odio antiinmigrante y adapta su discurso y acciones en el Congreso al reclamo de los electores de origen hispano. En este sentido, republicanos como Rand Paul, estrella del Movimiento conservador del Tea Party y firme aspirante a la presidencia en 2016, sorprendió al respaldar una propuesta de reforma migratoria.
Sin embargo, republicanos como John McCain, senador por Arizona; Lindsay Graham, senador por Carolina del Sur, y Rubio insisten en escamotear su apoyo a una reforma migratoria. En defensa de su posición repiten que la reforma migratoria tendrá que estar vinculada con la seguridad de la frontera con México, un capítulo que han convertido en el más reciente obstáculo de su estrategia contra una iniciativa que hoy está en difícil labor de parto y cuyo borrador podrían dar a conocer el próximo lunes.
Con todo, el presidente Barack Obama confía en que habrá reforma en los próximos meses, según dijo ayer.
Frente a estas reservas de republicanos, expertos de organizaciones independientes como el Instituto de Política Migratoria (MPI, por sus siglas en inglés), aseguran que el crecimiento exponencial que han tenido las agencias que vigilan la frontera con México no tiene precedentes.
La secretaría de Seguridad Nacional (DHS), la responsable de coordinar estos esfuerzos, rivaliza con el Departamento de Defensa en términos de presupuesto y de personal. “El gobierno federal gasta hoy más en la Patrulla Fronteriza y en la Oficina de Inmigración y Aduanas que en el funcionamiento del FBI, la DEA, el Servicio Secreto, la oficina de los US Marshalls y la Oficina para el control del Tabaco, el Alcohol, las Armas y Explosivos (ATF) en conjunto”, señaló Donald Kerwin, en un estudio sobre la burocracia de inmigración y aduanas en EU. Otro estudio del MPI indicó que el número de mexicanos que emigran a Estados Unidos podría ubicarse entre 230 mil y 330 mil al año para el periodo 2011-2017, una cifra similar al promedio entre 2000 y 2007, pero menor al récord histórico. (Con información de agencias)
Jaime Hernández corresponsal, El Universal, 5 de abril.
Reforma Migratoria Medios México viernes, 5 de abril de 2013 0 comentarios
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