'No hacemos marchas sólo por hacerlas'

Los maestros de la CNTE ya saben la dinámica.

Arriban a donde los citen, se apuntan en la lista de asistencia y, mientras inicia la marcha, devoran tamales, tortas o tacos para aguantar el camino.

Ayer en el Zócalo, entre bolillo y tortilla, se lanzaron contra el Secretario de Educación, Emilio Chuayffet, quien pidió aplicar la ley contra los maestros faltistas, y luego se siguieron de filo contra el Presidente Enrique Peña.

"Somos 74 mil los maestros, sólo de Oaxaca, los que no estamos de acuerdo. ¿Cómo le van a hacer?", advierte el grupo de Chalcatongo.

El maestro José Antonio Santiago, de Oaxaca, plantea que la reforma educativa tiene vicios y afirma que sólo beneficia a los empresarios. "Oiga, nosotros no hacemos marchas sólo por hacerlas, o paros, o bloqueos a las autopistas, sabemos que esa reforma va a privatizar la educación", asegura.

Los manifestantes son acomodados por sección. Se menciona que proceden de Oaxaca, Puebla, Guerrero, Tlaxcala, Veracruz, San Luis Potosí, Michoacán, Morelos, Zacatecas, Durango, Baja California Sur, Chiapas y el Distrito Federal.

Detrás de un camión foráneo, con placas 518RB3, equipado con seis bocinas y una calcomanía del Movimiento Proletario Independiente, los maestros arrancan la marcha rumbo a la Secretaría de Gobernación.

Puños arriba, consignas de cajón y otras nuevas para cambiar el repertorio.

Con el apoyo del aparato de sonido, los profesores se jactan de que en las marchas y bloqueos está el éxito de sus demandas. "Sólo con bloqueos en las autopistas nos instalan mesas de negociación", grita un profesor de Guerrero.

Una vez que arribaron a Gobernación, en Bucareli, los maestros se tiran a la sombra, duermen o vuelven a cargar energías en los puestos de fritangas.

Benito Jiménez, Reforma, 5 de abril.