Estudiantes normalistas de Michoacán bloquearon por más de tres horas los puntos de acceso a una plaza comercial y cerraron el tráfico vehicular en las avenidas Camelinas y Enrique Ramírez Miguel, dos de las avenidas estratégicas en la zona sur de la ciudad de Morelia.
El gobernador interino de Michoacán, Jesús Reyna García, advirtió que no habrá impunidad para los estudiantes, pero descartó en un primer término utilizar la fuerza pública en contra de los manifestantes.
Con respecto a los hechos del pasado viernes, donde los normalistas secuestraron y saquearon siete camiones repartidores, destacó que los cuerpos de seguridad no intervinieron, porque se evitó una confrontación entre estudiantes y corporaciones policiales.
“No podemos poner un remedio que pueda complicarnos aún más con una situación en perjuicio de la sociedad, tenemos que cuidar el bienestar de la ciudadanía y la sociedad”, enfatizó Reyna.
Ayer, en su sexto día consecutivo de movilizaciones, para obtener la liberación de más de mil plazas automáticas y en protesta a la reforma curricular, los normalistas se manifestaron frente al centro Comercial Plaza de las Américas, que cuenta con alrededor de 800 negocios.
Amagaban con penetrar a la plaza comercial, pero la Policía Municipal llegó para resguardar los puntos de acceso, hasta que llegaron elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), quienes formaron una valla en torno a los jóvenes.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hizo un llamado al gobierno estatal para que aplique la ley en contra de los normalistas, que toda la semana han protagonizados desmanes en la ciudad, y advirtió que no están dispuestos a tolerar más afectaciones al sector económico y empresarial.
Sin ningún acuerdo, los cerca de un millar de estudiantes de las ocho normales de Michoacán retiraron el bloqueo que mantenían en la Avenida Enrique Ramírez y Camelinas.
Semana de desmanes
Toda la semana los estudiantes normalistas mantuvieron en vilo a la ciudad de Morelia.
A partir del lunes salieron a las calles a marchar, realizar mítines y plantones en el centro de la ciudad, pero el miércoles asumieron una postura frontal y agresiva con las autoridades de gobierno, de la Secretaría de Educación, la Policía Estatal y los medios de comunicación.
Ese día, durante más de seis horas bloquearon dos accesos principales a la ciudad, secuestraron camiones de pasajeros y de carga, dos pipas de combustible propiedad de Pemex, y se enfrentaron a la Policía, lesionando a tres uniformados.
A las nueves de la mañana comenzaron con el secuestro de camiones de pasajeros de la Línea Purhépecha y tráileres de carga que utilizaron para movilizarse y bloquear los accesos de la ciudad que conducen a Salamanca y Pátzcuaro.
Asimismo se enfrentaron a golpes con el Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Estatal, cuando los últimos intentaron disolver el bloqueo del acceso conocido como salida a Salamanca.
En la trifulca resultaron heridos tres uniformados que fueron retenidos y utilizados como rehenes para negociar la liberación de los 69 estudiantes que habían sido detenidos momentos antes por la Policía Estatal, en el acceso que conecta a Pátzcuaro con Morelia. El gobierno accedió a liberar los dos camiones llenos de estudiantes.
Mientras que el viernes, secuestraron siete vehículos repartidores propiedad de diferentes empresas y tras manifestarse afuera de Palacio de Gobierno los saquearon, regalando la mercancía entre los ciudadanos que caminaban por el lugar.
Tras varias horas de negociación, finalmente los estudiantes accedieron a la liberación de las unidades.
El Universal, 28 de abril.
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