Grupo Salinas acusó al “monopolio” Telmex-Telcel de tener una actitud “agresiva y prepotente propia sólo de las entidades que se asumen por encima del Estado”, al negarse a vender telefonía de calidad y a mejores precios.
Las empresas de Grupo Carso difundieron en medios impresos y electrónicos la frase en la que aseguran que Iusacell fue un monopolio que perdió su participación de cien por ciento de mercado, y ahora abarca sólo 4.4 por ciento, “y usa noticieros con mentiras para presionar a las autoridades”.
Estas acusaciones forman parte del enfrentamiento desatado hace semanas entre operadores de telecomunicaciones encabezados por filiales de Televisa y Televisión Azteca, que derivó en la creación de un bloque opositor en contra de Telmex-Telcel, con el reproche por el alto costo de las tarifas de interconexión.
El fondo del conflicto es la negativa de Telmex-Telcel a reducir o dejar de cobrar tarifas de interconexión y, por otra parte, la posibilidad de que las autoridades le autoricen el cambio de título de concesión para que pueda entrar al negocio de la televisión de paga.
Ayer Grupo Salinas respondió que es urgente “frenar la extorsión del monopolio Telmex-Telcel”, el cual, aseguró, defiende un modelo de telefonía “caro, abusivo y malo”, por lo que “112 millones de mexicanos son víctimas de sus abusos”.
Grupo Salinas señaló que es necesario que las autoridades del sector como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la Comisión Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia “pongan fin a las arbitrariedades que padecen todos los mexicanos”.
Al rechazar las acusaciones del Telmex-Telcel, Grupo Salinas señaló que en las últimas semanas las empresas de telecomunicaciones del Grupo Carso han mostrado una actitud “agresiva y prepotente, propia sólo de las entidades que se asumen por encima del Estado, el monopolio Telmex-Telcel ha asomado su verdadero rostro: intolerante y dispuesto a todo con tal de proteger sus privilegios”.
Argumentó que son falsos los señalamientos de que sus filiales Iusacell y Unefon no compiten porque no invierten en el desarrollo de infraestructura, “nada más falso, y esto lo demuestra la nueva red de Iusacell, que resulta hasta seis veces más rápida que la de Telcel y que además no está sujeta a las fallas catastróficas de calidad de servicio que azotan a los usuarios de Telcel”.
Grupo Salinas hizo un llamado a las autoridades a “poner fin a esta cadena de abusos”, porque “no se puede competir de manera leal en una cancha dispareja, diseñada para favorecer el triunfo del monopolio Telmex-Telcel”.
Las empresas de Grupo Carso difundieron en medios impresos y electrónicos la frase en la que aseguran que Iusacell fue un monopolio que perdió su participación de cien por ciento de mercado, y ahora abarca sólo 4.4 por ciento, “y usa noticieros con mentiras para presionar a las autoridades”.
Estas acusaciones forman parte del enfrentamiento desatado hace semanas entre operadores de telecomunicaciones encabezados por filiales de Televisa y Televisión Azteca, que derivó en la creación de un bloque opositor en contra de Telmex-Telcel, con el reproche por el alto costo de las tarifas de interconexión.
El fondo del conflicto es la negativa de Telmex-Telcel a reducir o dejar de cobrar tarifas de interconexión y, por otra parte, la posibilidad de que las autoridades le autoricen el cambio de título de concesión para que pueda entrar al negocio de la televisión de paga.
Ayer Grupo Salinas respondió que es urgente “frenar la extorsión del monopolio Telmex-Telcel”, el cual, aseguró, defiende un modelo de telefonía “caro, abusivo y malo”, por lo que “112 millones de mexicanos son víctimas de sus abusos”.
Grupo Salinas señaló que es necesario que las autoridades del sector como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, la Comisión Federal de Telecomunicaciones y la Comisión Federal de Competencia “pongan fin a las arbitrariedades que padecen todos los mexicanos”.
Al rechazar las acusaciones del Telmex-Telcel, Grupo Salinas señaló que en las últimas semanas las empresas de telecomunicaciones del Grupo Carso han mostrado una actitud “agresiva y prepotente, propia sólo de las entidades que se asumen por encima del Estado, el monopolio Telmex-Telcel ha asomado su verdadero rostro: intolerante y dispuesto a todo con tal de proteger sus privilegios”.
Argumentó que son falsos los señalamientos de que sus filiales Iusacell y Unefon no compiten porque no invierten en el desarrollo de infraestructura, “nada más falso, y esto lo demuestra la nueva red de Iusacell, que resulta hasta seis veces más rápida que la de Telcel y que además no está sujeta a las fallas catastróficas de calidad de servicio que azotan a los usuarios de Telcel”.
Grupo Salinas hizo un llamado a las autoridades a “poner fin a esta cadena de abusos”, porque “no se puede competir de manera leal en una cancha dispareja, diseñada para favorecer el triunfo del monopolio Telmex-Telcel”.
Miriam Posada García, La Jornada, 17 de marzo.
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