Advierte Molina riesgos en México

La intensidad con la que se manifiestan eventos extremos del clima, tales como huracanes o sequías, indican que el cambio climático ya está presente en México, advirtió ayer Mario Molina, Premio Nobel de Química 1995.

"No es que eventos como huracanes o sequías los esté causando el cambio climático, son eventos que quizá hubieran ocurrido de todas maneras, pero es su intensidad, claramente la intensidad de éstos y por supuesto de las ondas de calor, ha aumentado con toda claridad en todo el planeta.

"Así que eso nos indica que el problema ya lo tenemos encima", dijo en el evento donde el Presidente Enrique Peña Nieto anunció la instalación del Sistema Nacional de Cambio Climático.

El científico planteó la posibilidad de suscribir un acuerdo internacional que estipule la aplicación de impuestos por emisiones de bióxido de carbono, como ya ocurre en seis países de Europa, además de Japón y Australia.

Consideró que a México le conviene promover ese acuerdo que busque resolver los problemas del cambio climático y la atracción de recursos para adoptar medidas que contribuyan a cumplir con la meta de reducir a 50 por ciento las emisiones de gases efecto invernadero en 2050.

A nivel mundial, el País contribuye con 2 por ciento de esas emisiones.

"Sería un gran error que en México tuviéramos planes de política energética o desarrollo económico sin considerar que un acuerdo internacional que estipule un impuesto a las emisiones es una posibilidad, y una posibilidad muy seria", indicó.

El Premio Nobel reconoció que el del clima es un sistema complejo y no se puede establecer qué va a pasar y cuáles serán los efectos.

Más bien, dijo, se trata de probabilidades, como en un juego de ruleta en el que, por un lado, el clima no cambia tanto y, por el otro, hay catástrofes tales como que desaparezca el río Amazonas o que el nivel del mar suba 6 o 7 metros.

"Estamos jugando ruleta rusa y con dos balas", expuso.

No obstante, Molina añadió que la sociedad puede resolver el problema a un costo moderado, de 1 o 2 por ciento del Producto Interno Bruto del planeta, así como empezar a tomar medidas como el uso de energía más eficiente y sustituir el combustóleo por gas natural.

Por su parte, José Sarukhán, coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), señaló que si en México no se ha avanzado más en la conservación y el uso racional de los recursos naturales, se debe a la falta de transversalidad en las políticas públicas.

"Viendo la problemática desde esta óptica, de los ecosistemas, el hacer frente a los impactos del calentamiento global como una política de Estado, es una oportunidad que nos llevaría... al desarrollo sustentable.

"Lo cual implica, entre otras cosas, sistemas de producción y de consumo amigables con el ambiente y más sanos para el ser humano, así como como políticas de desarrollo rural y urbano más inteligentes y equitativas", apuntó el ex Rector de la UNAM.

Evlyn Cervantes, Reforma, 30 de enero.