Buscan senadores impulsar reforma migratoria

Una vez que el Presidente Barack Obama dio el visto bueno a un acuerdo bipartidista para avanzar hacia una reforma migratoria en Estados Unidos, senadores mexicanos buscarán un acercamiento con los legisladores republicanos y demócratas que impulsan el proyecto.

Así lo anunció ayer la senadora priista Marcela Guerra, quien preside la Comisión de Relaciones Exteriores América del Norte de la Cámara alta.

"Los senadores de la Comisión de América del Norte vamos a tener en breve contacto con los senadores que están negociando la reforma migratoria, me refiero a Marco Rubio o a (John) McCain, a Robert Méndez, que son de los ocho senadores que están, tanto republicanos como demócratas.

"Es un tema de política interior, pero nosotros podemos hacer una sensibilización, para ver cuáles van a ser los alcances reales de la reforma", indicó Guerra.

La legisladora aseguró que la comisión que preside aplaude la intención del Presidente Obama y de los ocho senadores, de proceder a una reforma migratoria integral, especialmente por plantear la creación de un camino hacia la ciudadanía.

Afirmó que en el diálogo entre senadores mexicanos y estadounidenses se buscará conocer cuáles son los alcances de una futura reforma, en la cual habrá requisitos para obtener la residencia o la ciudadanía estadounidense, que seguramente algunos connacionales no cumplirán, por lo que México debe estar preparado.

Guerra reconoció que el escenario para alcanzar una reforma migratoria en Estados Unidos es más favorable ahora que en la primera administración de Obama, posiblemente porque el Partido Republicano ya cayó en la cuenta de la importancia del voto hispano, que fue fundamental en la reelección del Presidente.

"El Partido Republicano está dando el paso porque es un paso político que los llevará a tener más rentabilidad electoral en los siguientes comicios", apuntó.

Pese a este escenario favorable, indicó que todavía hay corrientes antimigrantes en Estados Unidos, sobre todo a nivel local, pues varios estados han aprobado leyes que limitan los derechos de los migrantes indocumentados.

Silvia Garduño, Reforma, 31 de enero.