El presidente de EU, Barack Obama, entró ayer oficialmente en campaña para que el Congreso apruebe una reforma migratoria que permita conceder, en un plazo razonablemente corto, la ciudadanía a millones de indocumentados que viven en el país.
“Necesitamos que el Congreso alcance cuanto antes un acuerdo para una reforma migratoria integral que finalmente lidie con los 11 millones de inmigrantes indocumentados”, afirmó Obama, un día después de que ocho senadores —cuatro demócratas y cuatro republicanos—presentaran un acuerdo bipartidista de reforma migratoria, que deberá ser votado a lo largo de este año por las dos cámaras del Congreso.
“La razón por la que estoy aquí hoy es porque cada vez hay un mayor acuerdo para lograr una reforma del sistema de inmigración total —dijo Obama—. Por primera vez en muchos años, republicanos y demócratas parecen de acuerdo en enfrentar juntos este problema. Eso son buenas noticias”.
“Ahora, sí se puede”. Sin embargo, las diferencias entre lo que a Obama le gustaría y la propuesta de los senadores bipartidistas afloraron demasiado rápido. Mientras que el plan de los senadores insiste en que se debe reforzar la seguridad en la frontera, antes de permitir a los inmigrantes ilegales dar pasos concretos para obtener la ciudadanía, el de Obama plantea lo contrario.
“Para que una reforma migratoria integral funcione, debe quedar claro desde el inicio que hay un camino a la ciudadanía”, sostuvo ayer Obama ante una enfervorizada audiencia, que le contestó con un “ahora, sí se puede” en español.
En respuesta, uno de los senadores firmantes del acuerdo, el republicano Marco Rubio, declaró que “sería un error terrible” de Obama si “ignora las preocupaciones de su partido sobre la seguridad fronteriza”.
Por su parte, el senador por Arizona Jeff Flake, anunció que se opondrá a cualquier reforma migratoria que no ponga la cuestión fronteriza en primer término. “La seguridad en la frontera es clave para asegurar que el paquete de reforma puede avanzar en el Congreso”, declaró.
Obama advierte. Ante una previsible batalla partidista sobre los puntos que deberá contener la futura reforma —entre ellos, que las parejas homosexuales puedan beneficiarse, como quiere Obama— el presidente advirtió durante su discurso de ayer que “si el Congreso no actúa pronto, propondré una ley e insistiré en que la voten”.
Obama está de acuerdo en proteger las fronteras y establecer sistemas de datos para comprobar el estatus migratorio, pero ha dejado clara su intención de moverse con rapidez en el camino que conceda ciudadanía tanto a estudiantes que fueron traídos al país por sus padres cuando eran pequeños como a los trabajadores sin documentos y evitar así un proceso que puede traducirse en décadas de espera para muchos emigrantes, tantas que podrían no llegar a verlo jamás.
“En las próximas semanas —declaró—, cuando la idea de reforma sea más real, recuerden a todos los que han compartido antes las mismas esperanzas, que esto no es un debate político, sino humano”.
La Crónica, 30 de enero.
Obama demanda al Congreso una “acción inmediata” para legalizar a 11 millones de indocumentados que viven en EU
Barack Obama, Reforma Migratoria Medios México miércoles, 30 de enero de 2013 0 comentarios
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