El tema de la falta de seguridad asociada a la delincuencia organizada cerró la participación ayer de los principales directivos del grupo, tanto en España como en México, que reunieron a sus respectivos consejos de administración en la capital del país para pasar revista a la situación en que se encuentran la economía y el sistema financiero nacionales e internacionales después de la crisis de 2009.
Ignacio Deschamps, director general de BBVA Bancomer, la principal subsidiaria del grupo fuera de España, dijo que acciones emprendidas por la autoridad para cerrar la puerta de los circuitos financieros al crimen organizado “pueden crear algunos inconvenientes en los negocios”, aunque son necesarias para frenar la entrada de dólares en efectivo a la economía formal.
“No era posible que en México se pudieran comprar casas, coches, aviones, materias primas y cualquier bien o servicio en dólares en efectivo a empresas formales, que luego se abonaban legalmente a sus cuentas bancarias”, dijo, en referencia a la medida anunciada por el gobierno para limitar la venta de dólares en efectivo a la banca.
En la reunión, en la que participaron los consejeros de Bancomer en todos los estados del país, Deschamps también reconoció a las autoridades las acciones tomadas para combatir la delincuencia organizada.
En su intervención, Francisco González aseguró que la crisis financiera de los últimos dos años fue en parte provocada porque se “quebrantaron” principios básicos de prudencia, integridad y transparencia.
Afloraron, dijo, “prácticas absolutamente inaceptables en bancos muy grandes y muy conocidos, que fueron gestionados de manera temeraria en busca de beneficios a corto plazo a cualquier costo. Eso no es aceptable, porque el daño que se originó al sector y a la economía en general fue enorme”.
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