El presidente Felipe Calderón advirtió que el crimen organizado es un poder fáctico que viola palmariamente los derechos humanos en México.
Por ello, su gobierno emprendió la lucha frontal contra la delincuencia y pidió considerar como abuso de poder no sólo el formal que proviene del Estado, “sino de los poderes fácticos y, en particular, de los poderes violentos”.
El crimen organizado “es hoy, y lo digo bajo mi absoluta responsabilidad, la principal amenaza no sólo al estado de derecho, sino al ejercicio de las libertades y los derechos humanos en nuestro país”, afirmó.
Durante la conmemoración del 20 aniversario de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el mandatario aseguró que la consigna en la lucha contra el crimen en su gobierno es “actuar contra quienes atentan contra los derechos humanos, sin violentar a nuestra vez los derechos humanos” y reconoció como una tarea medular “evitar o reducir los casos de violaciones a derechos humanos en cumplimiento de la ley por parte de las autoridades, en nuestros federales, incluyendo las fuerzas armadas”.
El presidente Calderón afirmó que con la lucha entre grupos delincuenciales comenzó a crecer notablemente la violencia en el país y su grado de ferocidad para intimidar a sus rivales, paralizar las autoridades y aterrorizar a la sociedad.
Ante el ombudsman Raúl Plascencia y los titulares de los poderes Judicial y Legislativo, el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia y los legisladores Carlos Navarrete y Francisco Ramírez Acuña, el jefe del Ejecutivo indicó que ante la agresión a los ciudadanos el Estado tiene que actuar y hacer valer los derechos humanos no sólo frente a los órganos de poder, “sino frente a cualquier circunstancia que violente los derechos humanos”.
Dijo que los criminales no encontraron mucha resistencia en las fuerzas del orden y, muchas veces, al cobijo de la complicidad, como cualquier mafia del mundo, comenzaron a extorsionar, robar y secuestrar a gente honesta, haciéndose del “control fáctico de un territorio”.
El presidente Calderón aseguró que su gobierno no criminaliza la opinión y entre el ejercicio abusivo de la libertad o la censura y la coerción “siempre, siempre estaremos a favor de la libertad con todos sus riesgos”.
México • Lorena López, Milenio, 8 de junio.
Por ello, su gobierno emprendió la lucha frontal contra la delincuencia y pidió considerar como abuso de poder no sólo el formal que proviene del Estado, “sino de los poderes fácticos y, en particular, de los poderes violentos”.
El crimen organizado “es hoy, y lo digo bajo mi absoluta responsabilidad, la principal amenaza no sólo al estado de derecho, sino al ejercicio de las libertades y los derechos humanos en nuestro país”, afirmó.
Durante la conmemoración del 20 aniversario de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, el mandatario aseguró que la consigna en la lucha contra el crimen en su gobierno es “actuar contra quienes atentan contra los derechos humanos, sin violentar a nuestra vez los derechos humanos” y reconoció como una tarea medular “evitar o reducir los casos de violaciones a derechos humanos en cumplimiento de la ley por parte de las autoridades, en nuestros federales, incluyendo las fuerzas armadas”.
El presidente Calderón afirmó que con la lucha entre grupos delincuenciales comenzó a crecer notablemente la violencia en el país y su grado de ferocidad para intimidar a sus rivales, paralizar las autoridades y aterrorizar a la sociedad.
Ante el ombudsman Raúl Plascencia y los titulares de los poderes Judicial y Legislativo, el ministro Guillermo Ortiz Mayagoitia y los legisladores Carlos Navarrete y Francisco Ramírez Acuña, el jefe del Ejecutivo indicó que ante la agresión a los ciudadanos el Estado tiene que actuar y hacer valer los derechos humanos no sólo frente a los órganos de poder, “sino frente a cualquier circunstancia que violente los derechos humanos”.
Dijo que los criminales no encontraron mucha resistencia en las fuerzas del orden y, muchas veces, al cobijo de la complicidad, como cualquier mafia del mundo, comenzaron a extorsionar, robar y secuestrar a gente honesta, haciéndose del “control fáctico de un territorio”.
El presidente Calderón aseguró que su gobierno no criminaliza la opinión y entre el ejercicio abusivo de la libertad o la censura y la coerción “siempre, siempre estaremos a favor de la libertad con todos sus riesgos”.
México • Lorena López, Milenio, 8 de junio.
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