El PRD enfrenta por sí solo un escenario difícil para las elecciones de este año, ante el predominio del PRI en los gobiernos municipales en 12 de los 14 estados donde habrá elecciones. En los otros dos, Baja California y Tlaxcala, destaca el PAN.
Ante este panorama, la dirigencia nacional del PRD busca alianzas con otras fuerzas políticas para evitar el desplome del perredismo, como ya ha ocurrido años atrás en comicios estatales.
Un análisis interno revela que el partido obtuvo menos de 5 por ciento de votación en 2010 en cuatro de esos 14 estados al participar solo en comicios, y su incorporación a los armados de coaligados opositores o en alianza con el PT y Movimiento Ciudadano permitieron acrecentar el porcentaje electoral en el resto de las entidades donde disputarán alcaldías y diputaciones locales, salvo en Tlaxcala, donde obtuvieron 5.09 por ciento.
En la actualidad, el PRD gobierna en 322 municipios, con 8.2 millones de habitantes –sumando 13 delegaciones capitalinas, donde tiene predominio alcanza más de 17 millones 854 mil. A escala nacional suma 10 ayuntamientos más gobernados junto con el PT. El PAN, en tanto, es gobierno en 473 ayuntamientos, con 21.8 millones de personas, y el PRI en mil 510 alcaldías, con 60.3 millones de ciudadanos.
En el documento Balance y estrategia electoral rumbo al 2013, de la comisión política y secretariado nacional, el partido del sol azteca establece como uno de sus retos y perspectivas
evitar la regresión hacia el sistema de partido hegemónico que pretende implantar el PRI.
Para el PRD, de acuerdo con ese texto, el regreso del tricolor a Los Pinos es la materialización no sólo de
un evidente estancamiento de nuestro proceso de transición, sino incluso la posibilidad real de una peligrosa regresión hacia el viejo sistema de partido hegemónico, apuntalado ahora en el enorme poder acumulado por los gobernadores priístas, convertidos en verdaderos señores feudales.
Además que representa la
profundización del modelo económico neoliberal, teniendo como contundente muestra de ello la imposición de la contrarreforma laboral.
Otros retos y perspectivas de este partido, de cara a las elecciones de este año, son
refrendar los triunfos de 2012 y aumentar la votación para el PRD; derrotar a nocivos cacicazgos que en varios estados se convirtieron en reales obstáculos para el desarrollo democrático y económico.
También,
reposicionar desde el punto de vista político-electoral a la izquierda y, particularmente, al partido.
Para ello considera como escenario continuar con su política de alianzas, cuidando
las circunstancias específicas de cada estado y las condicionesdel partido en las entidades.
Los frentes opositores entre el sol azteca, PAN y Movimiento Ciudadano (antes Convergencia) alcanzaron en 2010 los siguientes porcentajes de votación en seis de los 14 estados donde habrá comicios: Oaxaca, 45.02 por ciento; Puebla, 44.76 por ciento; Sinaloa, 48.9 por ciento; Durango, 33.87 por ciento; Hidalgo, 35.72 por ciento, y Chiapas, 65 por ciento.
La alianza únicamente entre partidos de izquierda (PRD, PT y Movimiento Ciudadano) obtuvo en entonces 13.61 por ciento en Veracruz; 5.09 en Tlaxcala y 26.19 en Quintana Roo.
Sin alianzas, el PRD logró en Aguascalientes 4.88 por ciento; en Baja California, 4.48 por ciento; en Chihuahua, 3.47 por ciento, y en Tamaulipas, 3.96 por ciento.
Alma Muñoz, La Jornada, 4 de enero.
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