SAN DIEGO,California.- El Instituto Nacional de Migración es cómplice de los abusos que agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos cometen contra indocumentados mexicanos ya que acepta su repatriación incluso cuando están visiblemente lesionados, reprochó la organización humanitaria American Friends Service Committee.
El director de la agrupación en San Diego, Christian Ramírez, consideró que el asesinato del migrante Anastacio Hernández ocurrido la semana pasada en una de las garitas de Tijuana es resultado de un patrón de tolerancia hacia la violencia injustificada por parte de la Patrulla Fronteriza.
"Lo hacen a menudo (golpear a los migrantes) y hay una complicidad de Migración en México. Cuando los agentes de la Patrulla Fronteriza lesionan a una persona lo que quieren es deportarlos inmediatamente, pues saben de las implicaciones legales. Por eso pretendían agilizar la deportación de Anastacio Hernández, pues ya iba lesionado el viernes en la noche cuando de nuevo lo agredieron hasta dejarlo con muerte cerebral", indicó en entrevista.
Ramírez recordó que Anastasio vivió durante 20 años en EU, donde estableció una familia con cinco hijos, pero fue deportado la semana pasada a Tijuana.
"Según sus familiares, Anastacio intentó regresar a California por la zona este de Tijuana. Cuando fue capturado y remitido a la comandancia de la Patrulla Fronteriza fue agredido en las piernas", comentó.
"Debido a que es común deportar rápido a los migrantes lesionados, gracias a Migración mexicana, el mismo día de su detención la Patrulla Fronteriza iba a expulsar a Anastacio sin darle el beneficio legal de rechazar o aceptar la deportación voluntaria".
"Como ya había sido lesionado, lo que querían era expulsarlo. Pero tras la negativa, Hernández fue agredido por una veintena de agentes que le propinaron una brutal golpiza que le dañaron permanente el cerebro", indicó.
Anastasio murió el pasado lunes tras recibir una golpiza y descargas eléctricas de varios agentes fronterizos.
Su cuerpo fue entregado ayer a sus familiares, quienes analizan si presentan cargos contra los elementos de la Patrulla Fronteriza.
El director de la agrupación en San Diego, Christian Ramírez, consideró que el asesinato del migrante Anastacio Hernández ocurrido la semana pasada en una de las garitas de Tijuana es resultado de un patrón de tolerancia hacia la violencia injustificada por parte de la Patrulla Fronteriza.
"Lo hacen a menudo (golpear a los migrantes) y hay una complicidad de Migración en México. Cuando los agentes de la Patrulla Fronteriza lesionan a una persona lo que quieren es deportarlos inmediatamente, pues saben de las implicaciones legales. Por eso pretendían agilizar la deportación de Anastacio Hernández, pues ya iba lesionado el viernes en la noche cuando de nuevo lo agredieron hasta dejarlo con muerte cerebral", indicó en entrevista.
Ramírez recordó que Anastasio vivió durante 20 años en EU, donde estableció una familia con cinco hijos, pero fue deportado la semana pasada a Tijuana.
"Según sus familiares, Anastacio intentó regresar a California por la zona este de Tijuana. Cuando fue capturado y remitido a la comandancia de la Patrulla Fronteriza fue agredido en las piernas", comentó.
"Debido a que es común deportar rápido a los migrantes lesionados, gracias a Migración mexicana, el mismo día de su detención la Patrulla Fronteriza iba a expulsar a Anastacio sin darle el beneficio legal de rechazar o aceptar la deportación voluntaria".
"Como ya había sido lesionado, lo que querían era expulsarlo. Pero tras la negativa, Hernández fue agredido por una veintena de agentes que le propinaron una brutal golpiza que le dañaron permanente el cerebro", indicó.
Anastasio murió el pasado lunes tras recibir una golpiza y descargas eléctricas de varios agentes fronterizos.
Su cuerpo fue entregado ayer a sus familiares, quienes analizan si presentan cargos contra los elementos de la Patrulla Fronteriza.
Miguel Cervantes corresponsal, Reforma, 7 de junio.
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