Lejos de ser una institución cercana a la sociedad civil, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se asemeja a cualquier oficina burocrática que carece de efectividad en su trabajo, coincidieron Rodolfo Stavenhagen, actual Relator de Naciones Unidas para Pueblos Indígenas, y expertos en derechos humanos de la organización Fundar, Centro de Análisis e Investigación.
"La CNDH se crea como un invento del Poder Ejecutivo, luego obtiene una cierta independencia, pero se sigue manejando totalmente en forma como cualquier oficina burocrática.
"Hay una tendencia de insuficiente acercamiento a la sociedad civil", destacó Stavenhagen, quien fue miembro del consejo consultivo desde la fundación del organismo hasta los primeros meses de la gestión de José Luis Soberanes.
Miguel Moguel, representante de Fundar señaló que la CNDH es una institución creada a partir de un modelo novedoso, pero mantiene las viejas prácticas de las instituciones gubernamentales, poco críticas y más asociadas a los poderes del Estado.
Cuestionó que ante organismos internacionales como Naciones Unidas, la CNDH juegue un papel de corte oficialista, apoyando los esfuerzos del Gobierno en la materia, y no haga los señalamientos pertinentes.
Cécile Lachenal, también de Fundar, cuestionó que la Comisión sea reactiva y no proactiva en la promoción y defensa de los derechos humanos y que no acompañe a organizaciones civiles en temas estructurales como la reforma al fuero militar.
"Solamente se posiciona cuando hay una queja y sólo resuelve la queja en sí, casi nunca utiliza todas esas quejas para hacer un diagnóstico un poquito más profundo para detectar fallas estructurales. El caso de los militares es muy representativo de esto", refirió Lachenal.
"La CNDH se crea como un invento del Poder Ejecutivo, luego obtiene una cierta independencia, pero se sigue manejando totalmente en forma como cualquier oficina burocrática.
"Hay una tendencia de insuficiente acercamiento a la sociedad civil", destacó Stavenhagen, quien fue miembro del consejo consultivo desde la fundación del organismo hasta los primeros meses de la gestión de José Luis Soberanes.
Miguel Moguel, representante de Fundar señaló que la CNDH es una institución creada a partir de un modelo novedoso, pero mantiene las viejas prácticas de las instituciones gubernamentales, poco críticas y más asociadas a los poderes del Estado.
Cuestionó que ante organismos internacionales como Naciones Unidas, la CNDH juegue un papel de corte oficialista, apoyando los esfuerzos del Gobierno en la materia, y no haga los señalamientos pertinentes.
Cécile Lachenal, también de Fundar, cuestionó que la Comisión sea reactiva y no proactiva en la promoción y defensa de los derechos humanos y que no acompañe a organizaciones civiles en temas estructurales como la reforma al fuero militar.
"Solamente se posiciona cuando hay una queja y sólo resuelve la queja en sí, casi nunca utiliza todas esas quejas para hacer un diagnóstico un poquito más profundo para detectar fallas estructurales. El caso de los militares es muy representativo de esto", refirió Lachenal.
Silvia Garduño, Reforma, 7 de junio.
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