Fariñas va a seguir “hasta que Dios diga”

El disidente cubano Guillermo Fariñas, que cumplió ayer cuatro meses en huelga de hambre y sed, insistió en que mantendrá su posición “hasta las últimas consecuencias” mientras sigue a la espera de que el gobierno excarcele a más presos políticos.

Fariñas, quien comenzó su huelga el 24 de febrero para pedir al gobierno de Raúl Castro la liberación de 26 opositores presos enfermos, dijo ayer que se siente “muy cansado”, aunque su estado médico es estable. “Me mantendré aquí en esta posición hasta que Dios quiera”, afirmó el periodista y psicólogo de 48 años, que comenzó su ayuno un día después de la muerte del disidente preso Orlando Zapata Tamayo en La Habana tras una huelga de hambre de 85 días. El disidente fue trasladado el pasado miércoles a un hospital de la provincia central de Cienfuegos para realizarle una tomografía y buscar evidencias de lo que podría ser una nueva complicación por cálculos en la vesícula.

Mientras, el presidente de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos y arzobispo de Chicago, cardenal Francis George, finalizó ayer una visita de 48 horas a Santiago de Cuba (este), con la cual la Iglesia católica local “dio otro paso para expandir por todas las diócesis a su alcance fuera de la isla, incluidas las de Miami, su empeño por fomentar la reconciliación nacional”, según expertos.

El cardenal desembarcó el miércoles en la segunda ciudad en importancia del país, invitado por el titular de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, monseñor Dionisio García, artífice junto al cardenal Jaime Ortega del diálogo abierto en mayo con el presidente Raúl Castro.

De otra parte, la auditoría emprendida por el gobierno en 20 por ciento de las empresas estatales en abril pasado detectó “deficiencias”, “descontrol administrativo” y falta de respeto a las normas legales, entre otras irregularidades, informó ayer el diario oficial Granma. Las “deficiencias” encontradas en “muchas entidades” durante la inspección realizada por la Contraloría General de Cuba demuestran que “se ha trabajado con poco rigor y muy superficialmente”, reveló Granma. Esta auditoría afectó a 742 entidades empresariales de todos los sectores económicos, productivos y de servicios.

La vicepresidenta del Consejo de Estado y contralora general, Gladys Bejerano, citada por Granma, afirmó que uno de los problemas que existe en la isla es “el irrespeto a las normas legales”.

La Habana. Manuel J. Somoza/EFE, Milenio, 25 de junio.