El presidente Felipe Calderón condenó el “cobarde asesinato” en contra de Rodolfo Torre Cantú, candidato del PRI al gobierno de Tamaulipas, porque significa un atentado contra las instituciones desde el crimen organizado que pretende influir en electores y elecciones.
El hecho permitió al mandatario un diálogo, antes impensable, con todas las fuerzas políticas, a quienes demandó unidad en la lucha contra el crimen organizado, pero sobre todo madurez y sensatez, por encima de divergencias partidistas.
El crimen organizado, dijo en un mensaje a medios en Los Pinos, es la mayor amenaza, es un enemigo que no conoce límites y atenta contra la paz y las instituciones.
Los líderes del PRI, Beatriz Paredes; del PRD, Jesús Ortega; del Partido del Trabajo, Alberto Anaya; Luis Walton, de Convergencia; Jorge Emilio González, del Verde; César Nava, del PAN, y Jorge Kawaghi, de Nueva Alianza, tomaron la llamada presidencial. También los coordinadores en el Senado, del PRI Manlio Fabio Beltrones; del PRD, Carlos Navarrete; Luis Maldonado, de Convergencia, y Arturo Escobar, del Verde, así como de los diputados Juan José Guerra, del Verde; Reyes Tamez, de Nueva Alianza; Francisco Rojas; del PRI, y Pedro Vázquez del Partido del Trabajo.
La llamada telefónica fue para acordar acciones “con miras al trabajo conjunto que debe unirnos en propósitos superiores, como lo es el de defender nuestras instituciones democráticas y lograr la seguridad que anhelamos”.
Respuesta unida
Con respecto al asesinato, dijo que “se trata de un hecho, no sólo contra un candidato de un partido, sino contra las instituciones democráticas... es un hecho que reclama una respuesta unida y firme de parte de los que creemos en la democracia”.
El presidente añadió: “No podemos, ni debemos permitir que el crimen pretenda imponer su voluntad y sus reglas perversas”.
Expresó sus condolencias a amigos y familiares del candidato y sus acompañantes también asesinados.
El presidente informó que ofreció a Paredes y al gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, el apoyo incondicional en el esclarecimiento de los hechos y seguridad para las elecciones.
Anticipó su apoyo a lo que decida el PRI, autoridades electorales locales y demás partidos en contienda.
Por la tarde, Calderón recibió en Los Pinos al líder de los senadores, Gustavo Madero, y a la coordinadora de los diputados, Josefina Vázquez Mota, así como al presidente del PAN, César Nava.
Calderón sesionó de emergencia en Los Pinos con su gabinete de seguridad, quienes lucieron corbata negra, desde el Presidente hasta el procurador general de la República, Arturo Chávez; los secretarios de la Defensa, general Guillermo Galván; de Marina, almirante Francisco Saynez; de Gobernación, Fernando Gómez Mont; de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y el director del CISEN, Guillermo Valdés Castellanos.
El gobierno federal trabajará sin descanso para encontrar a los culpables y llevarlos a la justicia. La lucha contra la criminalidad no debe cejar.
“Y esa es la razón por la cual el gobierno federal combate con toda la fuerza del Estado a la delincuencia organizada, en particular en Tamaulipas y en otros estados del país”, dijo.
El hecho permitió al mandatario un diálogo, antes impensable, con todas las fuerzas políticas, a quienes demandó unidad en la lucha contra el crimen organizado, pero sobre todo madurez y sensatez, por encima de divergencias partidistas.
El crimen organizado, dijo en un mensaje a medios en Los Pinos, es la mayor amenaza, es un enemigo que no conoce límites y atenta contra la paz y las instituciones.
Los líderes del PRI, Beatriz Paredes; del PRD, Jesús Ortega; del Partido del Trabajo, Alberto Anaya; Luis Walton, de Convergencia; Jorge Emilio González, del Verde; César Nava, del PAN, y Jorge Kawaghi, de Nueva Alianza, tomaron la llamada presidencial. También los coordinadores en el Senado, del PRI Manlio Fabio Beltrones; del PRD, Carlos Navarrete; Luis Maldonado, de Convergencia, y Arturo Escobar, del Verde, así como de los diputados Juan José Guerra, del Verde; Reyes Tamez, de Nueva Alianza; Francisco Rojas; del PRI, y Pedro Vázquez del Partido del Trabajo.
La llamada telefónica fue para acordar acciones “con miras al trabajo conjunto que debe unirnos en propósitos superiores, como lo es el de defender nuestras instituciones democráticas y lograr la seguridad que anhelamos”.
Respuesta unida
Con respecto al asesinato, dijo que “se trata de un hecho, no sólo contra un candidato de un partido, sino contra las instituciones democráticas... es un hecho que reclama una respuesta unida y firme de parte de los que creemos en la democracia”.
El presidente añadió: “No podemos, ni debemos permitir que el crimen pretenda imponer su voluntad y sus reglas perversas”.
Expresó sus condolencias a amigos y familiares del candidato y sus acompañantes también asesinados.
El presidente informó que ofreció a Paredes y al gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, el apoyo incondicional en el esclarecimiento de los hechos y seguridad para las elecciones.
Anticipó su apoyo a lo que decida el PRI, autoridades electorales locales y demás partidos en contienda.
Por la tarde, Calderón recibió en Los Pinos al líder de los senadores, Gustavo Madero, y a la coordinadora de los diputados, Josefina Vázquez Mota, así como al presidente del PAN, César Nava.
Calderón sesionó de emergencia en Los Pinos con su gabinete de seguridad, quienes lucieron corbata negra, desde el Presidente hasta el procurador general de la República, Arturo Chávez; los secretarios de la Defensa, general Guillermo Galván; de Marina, almirante Francisco Saynez; de Gobernación, Fernando Gómez Mont; de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y el director del CISEN, Guillermo Valdés Castellanos.
El gobierno federal trabajará sin descanso para encontrar a los culpables y llevarlos a la justicia. La lucha contra la criminalidad no debe cejar.
“Y esa es la razón por la cual el gobierno federal combate con toda la fuerza del Estado a la delincuencia organizada, en particular en Tamaulipas y en otros estados del país”, dijo.
Jorge ramos, El Universal, 29 de junio.
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