Intentan poner fin a 70 años de cacicazgo en Oaxaca

Entre los 14 estados que el próximo 4 de julio tendrán elecciones locales, Oaxaca se incluye en los 12 que renovarán gobernador, pero en condiciones de conflicto, con descalificaciones mutuas entre partidos y candidatos contendientes, al grado de que muchos no descartan la posibilidad de que se llegue a la violencia o que los comicios se diriman en los tribunales.

La de Oaxaca es una lucha de poder a poder, una confrontación de estructuras, la federal contra la estatal, ambas dispuestas a mucho y disponiendo de todo tipo de recursos por posicionar ante el electorado a sus respectivos candidatos.

Es una pugna fuerte en la que la oposición logró unificarse casi totalmente con el objetivo, argumentaron sus dirigentes, de poner fin a 70 años de cacicazgos en esta entidad, que siempre ha sido gobernada por el PRI y que ya merece un cambio de gobierno.

Eviel Pérez Magaña, por un lado, candidato del actual gobernador Ulises Ruiz y abanderado de la Coalición Unidos por la Transformación de Oaxaca, integrada por PRI y PVEM, y Gabino Cué Monteagudo, de la Coalición Unidos por la Paz y el Progreso de Oaxaca, con PAN, PRD, PT y Convergencia, por el otro, se han dado con todo, dicho de todo y acusado de todo.

Esta sin duda será una de las elecciones más vigiladas, que tendrá más presencia de observadores electorales y medios de comunicación para dar cuenta puntual de los acontecimientos en esta entidad que ya vive serios conflictos sociales y amenazas, incluso de sabotear los comicios, anularlos o violentarlos.

A tan sólo unos días de los comicios para elegir gobernador, consejales, 25 diputados locales y 152 presidentes municipales que se rigen bajo el principio de elección constitucional de los 570 existentes, en Oaxaca priva un ambiente tenso como consecuencia de lo cerrado de las encuestas que marcan a los dos principales contendientes como favoritos.

A lo anterior se suma otro ingrediente: la amenaza velada de la sección 22 del SNTE de que va a promover un voto de castigo contra el PRI y que va a impulsar una campaña “cazamapaches”, además de la advertencia hecha por las Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo (FARP), a través de un comunicado en internet, de “hacer presencia durante la jornada electoral”.

Ni que decir de los llamados “focos rojos” en poco más de 20 municipios del estado considerados por el propio gobierno de Ulises Ruiz como de alta conflictividad.

Así está a simple vista el panorama electoral en Oaxaca, en donde las propuestas y los proyectos de gobierno se mencionan sólo en los mítines de campaña, mientras la guerra sucia está en todo su apogeo en los hechos, en una situación tan conflictiva que ya incluso se trasladó al Congreso, donde priistas y panistas se enfrascaron en una feria de descalificaciones en la que incluso embarraron a la esposa del presidente Felipe Calderón, de quien los del PRI presentaron fotos en un acto público donde estuvo acompañada de la esposa de Gabino Cué, Mané Sánchez.

Los de la alianza de Gabino Cué, por su parte, presentaron un video en el que se ve al gobernador Ruiz bajando de una camioneta roja, abrazando a un ciudadano y diciéndole “…ahí les encargo las elecciones…un chingo de votos para Eviel…”.

En esta lucha de poder a poder, el gobierno de Ulises Ruiz y su partido, el PRI (que llevan como aliado al PVEM) le apuestan al dominio territorial que tiene el priista sobre su estado y a la vigilancia garantizada que ya tienen de 100 por ciento.

Los priistas acusan al presidente Felipe Calderón de tener metidas las manos en la elección de Oaxaca y disponer de los programas sociales para coaccionar el voto ciudadano.

En tanto, Gabino Cué y sus partidos aliados asumen que el gobernador Ulises Ruiz tiene metidas las manos en el proceso electoral y también que utiliza los recursos del estado para proyectar la imagen de su candidato.

La amenaza del voto nulo

Como si no bastara con todos los problemas que ya tiene encima el proceso electoral de Oaxaca, el ex consejero de la APPO, Miguel Ángel Shultz Dávila, promueve un movimiento para convocar a los ciudadanos a anular su voto, como ya ocurrió en la elección de 2009.

El activista negó que la campaña para anular el voto sea una estrategia para beneficiar al PRI y dar pie a que triunfe con su voto duro toda vez que, aclaró, su movimiento no sigue “interés faccioso alguno”.

Sólo se trata, dijo, de dar respuesta a las indefiniciones ideológicas y marcar un precedente de democracia auténtica para aquellos que ya no creen en las mentiras de los partidos políticos.

Los otros focos rojos

En la “agenda de riesgos” de la Secretaría General de Gobierno del estado hay “focos rojos” derivados de viejas disputas agrarias en casi una decena de municipios, entre ellos Chalcatongo de Hidalgo e Ixcatlán, Cuilapam y San pablo Cuatro Venados así como en San Francisco del Mar e Ixhuatan.

También hay disputas por la existencia de viejos conflictos poselectorales, entre ellos San Raymundo Jalpam, La Villa de Etla y Santiago Laollaga, pero sin duda uno de los principales focos de atención en estos momentos, es el de San Juan Copala, en donde hay una vieja rencilla por el territorio que involucra a organizaciones rivales.

El conflicto en San Juan Copala ya es histórico, pero el fuego se reavivó en mayo cuando una caravana humanitaria fue emboscada por gente armada a la que se involucró con la organización denominada Unidad para el Bienestar de la Región Trique (Ubisort). En el hecho murieron una activista mexicana y un extranjero.

Y ni que decir del conflicto en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) particularmente en la Facultad de Derecho en la que se registraron hechos violentos de los que resultó herida la periodista Ixtli Martínez.

Una elección difícil, en la que las encuestas dan prácticamente un empate técnico, en la que no se pueden adelantar pronósticos, en donde miden fuerzas los aparatos estatal y federal, en la que no se descarta la violencia ni que el resultado se dirima en los tribunales y en donde la pregunta está en el aire: ¿seguirá gobernando el PRI? o ¿logrará la oposición revertir todo lo que tiene en contra e imponerse sobre quien es considerado uno de los principales operadores en materia electoral del tricolor: Ulises Ruiz?.

Faltan sólo 14 días para despejar la incógnita.

Claves

Usos y costumbres

En Oaxaca existen 570 municipios de los cuales 418 eligen a sus autoridades por el llamado sistema de “usos y costumbres” y los restantes 152 lo hacen por el régimen de elección constitucional.

Según el Consejo Electoral del estado, el PRI ya registró a todos sus representantes, mientras la alianza de Gabino Cué garantiza presencia, hasta el momento, en 98.7 por ciento de las secciones electorales.

La Fiscalía Especializada para la Atención de los Delitos Electorales dijo tener cinco denuncias mientras en el Instituto Electoral de la entidad se habla de otras 12 de ambas partes.

El padrón electoral del estado cuenta con 2.5 millones de ciudadanos y se instalarán cinco mil 100 casillas a lo largo del territorio oaxaqueño.

Oaxaca • Heliodoro Cárdenas y Óscar Rodríguez, Milenio, 23 de junio.

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