El Presidente garantiza total imparcialidad en el proceso electoral de 2012

De cara al proceso electoral de 2012, el presidente Felipe Calderón garantizó total imparcialidad y aseguró que por encima de sus preferencias partidistas, está su convicción democrática "y mi apego a la legalidad, y al principio de preeminencia del interés nacional". "Seré escrupuloso en la observancia de la ley, y haré lo que corresponde al Presidente para que la contienda se desarrolle en un ambiente de legalidad, de equidad y de imparcialidad", expuso. En su mensaje con motivo del quinto informe de gobierno, el mandatario hizo un llamado "respetuoso" a la Cámara de Diputados para que elija a los integrantes faltantes del Consejo General. "Es vital para el país, además, para los partidos y candidatos, para quienes busquen ser electos el próximo año, que la autoridad electoral esté debidamente integrada. Y algo muy importante, que cuente con el respaldo y con el reconocimiento de todos los actores y partidos políticos", destacó. Admitió que entre la gente hay frustración porque la democracia no ofrece los resultados que espera y porque en sí la democracia es una obra inconclusa, por lo cual se debe ir mucho más allá."Tenemos que dar el paso del sufragio efectivo a la democracia efectiva. Y por eso es fundamental que se retome el debate de la reforma política", demandó. El mandatario dijo ser un hombre de ideas y de convicciones, creer en la política y los partidos. "Milito en uno de ellos, con cuyos principios y valores me identifico", dijo. Añadió que fortalecer al IFE es garantizar la credibilidad, el talante y la fortaleza de nuestras instituciones democráticas, recalcó. Al continuar su mensaje político mencionó que se amplía la brecha entre los ciudadanos y la política. Y sencillamente, los ciudadanos no se sienten representados por sus políticos. Consideró indispensable que los actores políticos contribuyan al fortalecimiento de las instituciones, "en particular, las electorales de cara a los comicios del próximo año". Cecilia Téllez Cortés, La Crónica, 3 de septiembre.