“Es del cocol aguantar todo lo que se dice...”

La llegada a la comida de los 300 líderes más influyentes de México en el Museo Nacional de Antropología e Historia, fue una auténtica pasarela en la que se pudieron regocijar los políticos. Javier Lozano, Alonso Lujambio, Jesús Zambrano, David Penchyna y el propio Felipe Calderón fueron algunos de los que desfilaron y posaron frente a las cámaras. Entre ellos, empresarios, comunicadores y uno que otro artista, como Alex Syntek o el productor Juan Osorio. Líderes varios. Como en pocos eventos, la mesa principal no fue la del Presidente. Un par de metros adelante, Josefina Vázquez Mota, Ernesto Cordero y Manlio Fabio Beltrones compartían más que una aspiración presidencial. Juntos en una mesa, los tres disfrutaron de los alimentos. Frente a las cámaras, los únicos que intercambiaron palabras, de vez en cuando, fueron Manlio y Josefina. Ernesto, ni la mirada. Los tres escucharon la embestida que recibió el gobierno federal por los números, nada favorables, en temas como pobreza, seguridad y educación. Una a una le cayeron las críticas, el primero de ellos fue Alejandro Martí, presidente de México SOS, quien pidió a los políticos dejarse de echar la bolita para resolver los problemas. Federico Reyes Heroles aseguró que las alianzas no han tenido el efecto esperado, pues se tiene un gobierno de parches sin resultados, así que es necesario uno de coalición que trabaje a largo plazo para que al momento de tomar protesta ya se cuente con una agenda política. Eufrosina Cruz, presidenta del Congreso en Oaxaca, habló de ese conjunto de minorías que, sumadas, representan una mayoría ignorada en un México cosmopolita: los indígenas. Mientras hablaba Eufrosina, Vázquez Mota se ausentó de su lugar un par de minutos, pero se incorporó para escuchar el llamado optimista de la legisladora para consolidar un modelo nacional. Luego de escuchar cada una de las críticas, Calderón dejó a un lado las formalidades y advirtió que se tomaría su tiempo para responder a cada uno, o en sus propias palabras, hacer algunos comentario al respecto. Una a una defendió las cifras que hablaban de un gobierno atrasado 50 años en educación, con problemas de seguridad y un gran número de mexicanos en pobreza extrema. Su defensa no se limitó a las cifras, y tras un par de chistes, habló de lo “deleznable” que es ser político, “porque la verdad es del cocol aguantar todo lo que se dice de los políticos en este país”. Invitó al resto de los líderes y a los ciudadanos ahí presentes para que, más allá de criticar y señalar los errores o fallas del gobierno federal, participen de manera más activa. “Si no les gustan los candidatos a presidentes municipales, gobernadores o presidentes de la República —sin agraviar a los presentes—, sean ustedes los candidatos”, dijo el mandatario. Ante el comentario, Manlio, Josefina y Codero simplemente sonrieron un poco. Los presentes aplaudieron de pie y Beltrones salió a paso veloz, evitando, quizás, alguna despedida incómoda. Pero los que salieron buenos para las relaciones públicas fueron Vázquez Mota y Cordero, quienes repartieron besos y abrazos al que se le pusiera enfrente. Liliana Sosa, Milenio, 13 de septiembre.

0 Responses to "“Es del cocol aguantar todo lo que se dice...”"