Se va, pero señala los pendientes

Josefina Vázquez Mota dejó finalmente su curul para competir por la precandidatura presidencial de su partido, pero aprovechó su despedida en tribuna para reabrir el debate sobre las reformas pendientes y provocar la reacción de una mayoría priista indispuesta a cargar con el costo político de la parálisis legislativa. Incluso sus adversarios políticos le desearon suerte en la contienda interna de Acción Nacional rumbo a 2012. “No te quiero ver de regreso por aquí. ¡Mucho éxito!”, le dijo el coordinador de los diputados federales del PRI, Francisco Rojas, cuando Vázquez Mota avanzaba por el pasillo central hacia la salida del recinto. Los también priistas Beatriz Paredes y Jorge Carlos Ramírez Marín la estrecharon a su paso, después de expresarle públicamente sus buenos deseos durante la sesión. El jefe de la bancada perredista, Armando Ríos Piter, así como los petistas Gerardo Fernández Noroña y Jaime Cárdenas Gracia, secundaron igualmente las muestras de afecto y el reconocimiento a la ahora diputada federal con licencia. Antes, al solicitar la autorización del pleno para separarse del cargo, Vázquez Mota pidió hacer uso de la tribuna por última vez en la actual legislatura. Con una sonrisa permanente, Vázquez Mota comenzó por agradecer a panistas y opositores la disposición para alcanzar acuerdos y aprobar diversas reformas durante los dos últimos años. Pero le faltaba hablar de las tareas pendientes: “Invito de manera respetuosa y afectuosa a todas las fuerzas políticas a decirle sí a la reforma política (…); convoco a todas las fuerzas políticas de esta 61 Legislatura a hacer el mayor de los esfuerzos por aprobar una reforma laboral…”. Los diputados del Revolucionario Institucional ya estaban para entonces atentos al discurso, y ya en su papel de precandidata presidencial, Vázquez Mota remachó: “Blindemos al Congreso de los propósitos electorales y no permitamos que la Cámara sea rehén de las contiendas electorales; los ciudadanos ya no tienen tiempo de esperar, los mexicanos ya no tienen tiempo de aguardar las reformas que les permitan transitar en mejores condiciones; siempre he creído que el diálogo es la herramienta más importante de la política, siempre he creído que los ciudadanos están cansados de la violencia verbal, de la descalificación y de la confrontación sin propósitos que no sean otros que salvaguardar nuestros propios intereses y convicciones”. Sin llamarse aludidos, los legisladores priistas enviaron al oaxaqueño Heliodoro Díaz a responder, por si acaso. Primero, el diputado del PRI reafirmó el compromiso de su partido con las causas de las mujeres, pero enseguida vino el reproche: “Desgraciadamente, diputada, abrió usted en este último día de su quehacer legislativo un debate político, porque usted, que debería estar fundamentalmente en la trinchera del Legislativo, pareciera que señala que hay pendientes, que esta representación nacional ha faltado de llevar a cabo en su quehacer, y eso preocupa. “Preocupa porque el Revolucionario Institucional no acepta, ni aceptará que podamos ser la coartada del fracaso de políticas públicas que no cuajan en ningún sentido en el ámbito nacional”, dijo. Aunque Paredes y Ramírez Marín suscribieron después el discurso de Díaz, no hubo ya más oradores beligerantes, sino sólo el intercambio de sonrisas y abrazos con Vázquez Mota, la precandidata presidencial. Fernando Damián, Milenio, 7 de septiembre.