'Esta jornada fue como una Navidad'

CARACAS.- La guerra en Venezuela ayer fue de votos, y el terreno en el que se jugaban dos proyectos de país eran los centros electorales abarrotados desde la madrugada.

El miedo a un disturbio se mantuvo durante todo el día, pero eso no frenó la masiva participación electoral. Más de 18 millones de votantes estaban citados a decidir si querían la reelección del Presidente Hugo Chávez o si probaban un cambio con el candidato opositor Henrique Capriles.

A las 3:00 horas ya había gente formada para votar. Quienes decidían llegar después de las 8:00 enfrentaban horas de espera.

Iván Ballesteros arribó al alba a la casilla y había 15 personas antes que habían pensado igual: más vale madrugar para terminar temprano. Sillas portátiles, niños en pijama y bostezos fueron las imágenes que marcaron las primeras horas del domingo. El Sol, los nervios por la cerrada contienda y las dudas por el sistema automatizado de votación fueron las constantes en las filas.

El lento tráfico en las casillas desesperaba a los votantes y había quien denunciaba una estrategia del Gobierno para disuadir a los opositores. Cuatro y cinco horas esperaron muchos para sufragar.

Pero, la alta participación en los comicios, de 80.94 por ciento del padrón, fue celebrada por el Consejo Nacional Electoral (CNE), por los políticos enfrentados, y, sobre todo, por los ciudadanos, que veían cómo los votantes no paraban de multiplicarse.

"Fue altísima la participación, yo había trabajado aquí (como miembro de mesa) y nunca había pasado eso, se sentía mucha alegría, entusiasmo. Esto fue como una Navidad", dijo Rosa Vázquez de Pérez, coordinadora de un centro electoral.

"Hemos registrado una de las más altas participaciones en las últimas décadas", resumió Tibisay Lucena, presidenta de la autoridad electoral.

En los centros de votación se entretenían aplaudiendo a aquellos que llegaban haciendo un esfuerzo adicional; hubo mujeres con 9 meses de embarazo, ancianos que requerían ayuda para ver. Génesis Barreto de 21 años, fue a votar en silla de ruedas, con pelvis, rodilla y brazo fracturados por un accidente de tránsito.

"Tengo que votar por mi País, por mi futuro, por el de mi familia, hasta el de mis hijos el día de mañana", aseguró la joven, quien simpatizaba con Capriles.

En las zonas populares, bastiones del Presidente Chávez, también había quien decía "Hay un camino", lema de la campaña opositora.

"Queremos un cambio... pero a ver, todavía hay mucha gente de barrio", dijo Yamilé Guzmán, vecina de Petare, uno de las zonas más pobres de Caracas.

Aunque oficialmente no se registraron hechos violentos durante la jornada, medios locales consignaban que al menos una persona habría muerto cerca de un centro de votación. Conforme avanzó el día, se despejaron las casillas y aparecieron los rumores, los mensajes de texto. Las redes sociales daban ganador a uno y otro candidato.

Pasadas las 22:00 horas, la historia se repitió. El Presidente Chávez se reeligió y el llanto, la decepción, se apoderó de los que, hasta minutos antes, habían sido entusiastas opositores.

 
 
Así lo dijo
 
"Fue altísima la participación, yo había trabajado aquí (como miembro de mesa electoral) y nunca había pasado eso, se sentía mucha alegría, entusiasmo"
 
Rosa Vázquez de Pérez,
Funcionaria electoral en Caracas.

 
 
"Tengo que votar por mi País, por mi futuro, por el de mi familia, hasta el de mis hijos el día de mañana"
 
Génesis Barreto, 
electora de 21 años

Valeria Huérfano enviada, Reforma, 8 de octubre.

0 Responses to "'Esta jornada fue como una Navidad'"