Disfrazan leyes abusos.- ONGs

México cuenta con un marco normativo de derechos humanos de primer nivel, pero esto sólo sirve para ocultar que la tortura es utilizada sistemáticamente como método de investigación, acusaron ayer organizaciones de la sociedad civil.

En conferencia en el Distrito Federal, activistas que representan a 80 asociaciones civiles dio a conocer el informe "Situación de la Tortura en México".

Los especialistas denunciaron que México quiere mostrarse como un País a la vanguardia en materia de derechos humanos, aunque esa imagen difiere de la realidad.

"El estado mexicano busca ante la escena internacional mantener una imagen de pulcritud y de respeto a los derechos humanos, y parte de esa política se basa justamente en la firma de adhesión a numerosos tratados internacionales en materia de derechos humanos, (...) que pretende hacerlo ver como que se cumple con estas obligaciones", expresó Simón Hernández, abogado del Centro de Derechos Humanos Agustín Pro Juárez.

Uno de los objetivos del documento es hacer notar la distancia entre las normas y los discursos gubernamentales con la realidad que se vive en varias regiones del País.

"El Estado mexicano ha pretendido simular su cumplimento a través de ofrecer cada vez más cursos de capacitación a los servidores públicos en materia de derechos humanos; sin embargo, sería ingenuo pensar que los actos de tortura fueran producto de una mera falta de capacitación puesto que no se requiere de conocimientos especializados de Derecho para saber que tales actos son totalmente ilegales", acusó Javier Enríquez, coordinador general del Colectivo Contra la Tortura y la Impunidad.

Los representantes consideraron que no existen incentivos para disminuir la tortura en México.

"Mientras sea más fácil para un policía o la Procuraduría torturar para demostrar la existencia de un delito y que no exista ninguna consecuencia, el diseño normativo no será suficiente", añadió Hernández.

Henia Prado, Reforma, 30 de octubre.