Acota la violencia activismo electoral

La violencia en el norte del País obligó a los organismos electorales y a los partidos políticos a modificar su estrategia rumbo a la elección del 4 de julio.

En comicios anteriores, las jornadas laborales se extendían a más de ocho horas; sin embargo, ante la inseguridad que impera, ahora el tiempo de los funcionarios electorales en las calles y oficinas se acortó.

En los institutos electorales de Chihuahua, Sinaloa, Tamaulipas y Durango, los empleados de los órganos electorales que trabajan en campo deben portar un uniforme especial, identificación visible y en algunas comunidades deben ir en grupo o acompañados por policías.

Y es que este proceso electoral, en donde se renovarán 12 gubernaturas, llega a su recta final con saldo rojo.

Además de la violencia generada por el crimen organizado, la criminalidad trastocó a los partidos políticos y candidatos.

La tercera semana de junio, lanzaron bombas molotov a las sedes de Acción Nacional y del PRD en Culiacán, Sinaloa, sin que se registraran heridos, sólo daños a las instalaciones.

El pasado 19 de junio, un grupo de sicarios ejecutó al Alcalde priista de Guadalupe Distrito Bravo, Chihuahua, Jesús Manuel Lara, al salir de su domicilio en esta ciudad fronteriza.

El 13 de mayo un comando asesinó al candidato del PAN a la Alcaldía de Valle Hermoso, Tamaulipas, José Mario Guajardo Varela, junto con su hijo.

Además de que otros aspirantes acusaron amenazas por parte del crimen organizado, como la candidata a la Alcaldía de Vicente Guerrero de la alianza PAN-PRD-Convergencia en Durango, Yolanda Cifuentes, quien optó por renunciar a su aspiración.

En Hidalgo, la candidata de la oposición a la gubernatura, Xóchitl Gálvez, afirmó que han amenazado a su equipo gente que se identifica con "Los Zetas", para que abandonen la campaña.

En Tamaulipas, en diversas ocasiones, candidatos han quedado en medio del fuego cruzado entre sicarios y militares o policías federales.

En Chihuahua, el 21 mayo, un brigadista, que portaba una camiseta del PRI, fue asesinado por un grupo armado cuando realizaba promoción del voto en la capital de ese estado; seis días antes, militares balearon camionetas del equipo de campaña del candidato a la gubernatura César Duarte, argumentando "un error en el manejo del arma".

El 24 de mayo, un grupo armado disparó contra la casa del candidato a la presidencia municipal de Ensenada, en Baja California, Rogelio Aros, sin que se registraran heridos.

En el sur del País, desde inicios de marzo, se registraron actos violentos, como el asesinato por parte de un grupo armado del líder del PRD en San Andrés Huaxpaltepec, Oaxaca, Sótico Silvestre López Quiroz, así como la ejecución de Martín Aburto López, precandidato perredista a la Alcaldía de Atzalan, Veracruz.

Además, el PAN ha denunciado personas de su equipo desaparecidas en Hidalgo y Veracruz.

Ante tal situación, en Chihuahua, Instituto Electoral Estatal ordenó que ningún funcionario, especialmente los capacitadores, realice trabajo de campo después de las 18:00 horas.

"Vivimos una época atípica", admitió el presidente del Consejo Electoral, Fernando Herrera.

En Tamaulipas, personal del Instituto Electoral local reveló que en municipios de la "Frontera chica", donde se asientan las bandas del crimen organizado, han retenido a funcionarios electorales y a promoteres del voto, a quienes después de identificarse y contestar a "una serie de preguntas", se les permite continuar con su labor.

La presidenta del Consejo Estatal Electoral de Sinaloa, Juliana Araujo, afirmó pidieron seguridad para los 28 edificios del órgano electoral y hay policías que acompañan a personal de campo por lo municipios de la Sierra.
Érika Hernández, Reforma, 27 de junio.

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