BRUSELAS.- Sin haber logrado ningún gesto democrático por parte del Gobierno cubano, las autoridades españolas intentarán este lunes convencer a sus socios de la Unión Europea de que ha llegado el momento de cambiar la postura comunitaria hacia la Isla.
El Canciller español, Miguel Ángel Moratinos, cuyo país ostenta la presidencia semestral de la UE, llegará a Luxemburgo con el argumento de que la llamada posición común, fijada en 1996, es un mecanismo obsoleto.
El diplomático someterá a negociación el octavo borrador de resolución sobre Cuba redactado este año en el Consejo Europeo, aunque todo parece indicar que será un texto sin modificaciones en la postura del bloque, la cual condiciona las relaciones con La Habana a la promoción de la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Aunque hay un grupo de naciones que respalda cualquier documento que presente España, como Hungría y Polonia, que piensan que Madrid debe dictar la política de la UE hacia América Latina, otros como República Checa y Francia se oponen a realizar cambios sin que haya avances las garantías individuales.
"Llegamos a Luxemburgo con nuestra posición bien definida. Estamos a favor del diálogo político y la cooperación con Cuba. Sin embargo este diálogo debe aportar resultados", dijo a REFORMA Filip Kanda, el portavoz del Ministerio de las Relaciones Exteriores de República Checa.
"Hasta que no se produzca un cambio de la actitud de La Habana hacia el tema de los derechos humanos, por ejemplo la liberación de los presos políticos, especialmente los que están en un mal estado de salud, difícilmente se puede considerar la eliminación de la actitud común", añadió.
La vocera de la Cancillería francesa, Christine Fages, dijo que tampoco veía motivos para que la UE alterara su postura.
"No es posible modificar la posición común porque La Habana no ha hecho los gestos esperados", aseguró.
En 2008, Cuba obtuvo del bloque de países la derogación de las medidas restrictivas impuestas en 2003, la reactivación de los canales de cooperación y el restablecimiento del diálogo político.
En una reunión celebrada el jueves en París, el Ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, insistió en que la posición común es un obstáculo para la completa normalización de las relaciones, por su carácter "intervencionista y obsoleto".
Para España es importante aprovechar la reunión del lunes porque a partir del 1 de julio dejará el timón de la presidencia de la UE en manos de Bélgica, y las prioridades externas del bloque serán otras.
Para cambiar la posición común se requiere el apoyo unánime de los 27 socios de la UE.
El Canciller español, Miguel Ángel Moratinos, cuyo país ostenta la presidencia semestral de la UE, llegará a Luxemburgo con el argumento de que la llamada posición común, fijada en 1996, es un mecanismo obsoleto.
El diplomático someterá a negociación el octavo borrador de resolución sobre Cuba redactado este año en el Consejo Europeo, aunque todo parece indicar que será un texto sin modificaciones en la postura del bloque, la cual condiciona las relaciones con La Habana a la promoción de la democracia y el respeto de los derechos humanos.
Aunque hay un grupo de naciones que respalda cualquier documento que presente España, como Hungría y Polonia, que piensan que Madrid debe dictar la política de la UE hacia América Latina, otros como República Checa y Francia se oponen a realizar cambios sin que haya avances las garantías individuales.
"Llegamos a Luxemburgo con nuestra posición bien definida. Estamos a favor del diálogo político y la cooperación con Cuba. Sin embargo este diálogo debe aportar resultados", dijo a REFORMA Filip Kanda, el portavoz del Ministerio de las Relaciones Exteriores de República Checa.
"Hasta que no se produzca un cambio de la actitud de La Habana hacia el tema de los derechos humanos, por ejemplo la liberación de los presos políticos, especialmente los que están en un mal estado de salud, difícilmente se puede considerar la eliminación de la actitud común", añadió.
La vocera de la Cancillería francesa, Christine Fages, dijo que tampoco veía motivos para que la UE alterara su postura.
"No es posible modificar la posición común porque La Habana no ha hecho los gestos esperados", aseguró.
En 2008, Cuba obtuvo del bloque de países la derogación de las medidas restrictivas impuestas en 2003, la reactivación de los canales de cooperación y el restablecimiento del diálogo político.
En una reunión celebrada el jueves en París, el Ministro cubano de Exteriores, Bruno Rodríguez, insistió en que la posición común es un obstáculo para la completa normalización de las relaciones, por su carácter "intervencionista y obsoleto".
Para España es importante aprovechar la reunión del lunes porque a partir del 1 de julio dejará el timón de la presidencia de la UE en manos de Bélgica, y las prioridades externas del bloque serán otras.
Para cambiar la posición común se requiere el apoyo unánime de los 27 socios de la UE.
Inder Bugarin, Reforma, 12 de junio.
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