Celebran en Nueva York con un juego de beisbol la “noche de la herencia venezolana”

Nueva York, 23 junio. Venezuela continúa interviniendo en la vida nacional de Estados Unidos, cambiando así el futuro de este país

Todo en uno de los terrenos más sagrados de esta sociedad, como también de la venezolana: el beisbol. En las ligas mayores de Estados Unidos ahora juegan 58 peloteros venezolanos, más que nunca, y con ello el sudamericano ya es el segundo país después de República Dominicana con el mayor número de jugadores en la cima de lo que se llama “el pasatiempo nacional” de este país.

Anoche, los Mets de Nueva York se enfrentaron con los Tigres de Detroit en el parque Citifield, donde se realizó la “noche de la herencia venezolana”. Entre ambos equipos hay un total de ocho jugadores venezolanos: las estrellas Johan Santana, Francisco Rodríguez, Fernando Nieve y Henry Blanco, de los Mets; Miguel Cabrera, Carlos Guillén, Magglio Ordóñez y Armando Galárraga, de los Tigres.

Los venezolanos coreaban el nombre de su país en las tribunas, ondeando sus colores nacionales en banderas, bufandas y camisetas, apoyaron a sus paisanos sin importar el equipo, mientras que el embajador de la República Bolivariana de Venezuela aquí, Bernardo Álvarez, los saludaba. Antes del partido, el embajador y su equipo saludaron a los jugadores venezolanos de cada equipo.

“El beisbol es una de las cosas que une a los pueblos de Venezuela y Estados Unidos”, dijo Álvarez. “Nuestros gobiernos pueden tener profundos desacuerdos políticos, pero en el diamante del campo de beisbol hay un espacio importante donde el pueblo venezolano y el pueblo estadunidense pueden reconocerse y nuestros jugadores reunirse, competir y compartir su cultura y legado”.

Según informó la embajada sudamericana, el primer venezolano en jugar en las Grandes Ligas debutó con los Senadores de Washington en 1939, y desde entonces hasta la fecha más de 250 venezolanos han ingresado a las ligas mayores de beisbol.

Los Mets de Nueva York, como es natural en esta ciudad mundial, tiene tal vez el mayor número de jugadores de otras naciones, 18 de ocho países diferentes: República Dominicana, Venezuela, Puerto Rico, México, Canadá, Japón, Panamá y Cuba.

Anoche, imágenes de Venezuela cruzaron por las enormes pantallas, incluso una del presidente Hugo Chávez, con un mambo de Leonard Bernstein interpretado por la Orquesta Sinfónica Juvenil Simón Bolívar proporcionando la ruta sonora.

Los Mets ganaron 14 a 6. Pero tal vez más importante, anoche ofreció una vista a un país que se transforma por su relación con América Latina, no por acuerdos entre capitales políticas, sino por otros canales mucho más directos y tal vez más importantes como los parques del beisbol.
David Brooks, La jornada, 24 de junio.

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