Cuba libera a disidente parapléjico y reubica a seis más en cárceles de sus zonas de residencia

Como parte de las conversaciones y acuerdos que signaron el pasado 19 de mayo el presidente cubano, Raúl Castro, y la jerarquía de la Iglesia católica en la isla, ayer se concretó el segundo “gesto humanitario” por parte del gobierno con la liberación del disidente Ariel Sigler Amaya, de 47 años, quien está parapléjico y grave de salud, así como la reubicación de otros seis presos de conciencia que fueron trasladados a cárceles más cercanas a sus lugares de residencia, informó el Arzobispado de La Habana.

Tras su excarcelación, Sigler fue trasladado en ambulancia a su casa, en la provincia de Matanzas, luego de recibir su licencia extrapenal tras permanecer preso desde el 2003 y condenado a 20 años de prisión, al ser el presidente del Movimiento Independiente Opción Alternativa y, junto a su hermano Guido, reprobar las acciones represivas del gobierno.

Durante su encarcelamiento, Sigler perdió más del 49 por ciento de su peso, según explicó su hermano, quien indicó que su familia es partidaria de que reciba tratamiento fuera de Cuba, pero para eso necesitaría permiso del gobierno.

Al llegar a su casa de Pedro Betancourt, en Matanzas, Sigler mostró su firme voluntad de seguir defendiendo la libertad. “No voy a dejar en ningún momento de luchar por la libertad y la democracia en Cuba, voy a seguir luchando porque nuestros hermanos que quedaron en prisión salgan en libertad”.

LOS 75. Además de Sigler, los otros seis disidentes reubicados en cárceles más cercanas a su familias son: Héctor Fernando Maceda (esposo de Laura Pollán, líder de Las Damas de Blanco), Juan Adolfo Fernández Sáinz, Omar Moisés Ruiz Hernández, Efrén Fernández Fernández, Jesús Mustafá Felipe, Juan Carlos Herrera Acosta. Tanto Sigler como estos seis prisioneros son miembros del llamado Grupo de los 75 disidentes encarcelados y condenados en la represión de la conocida “Primavera Negra” del 2003.

ESPERANZA. Por otra parte, las Damas de Blanco expresaron su alegría por este “gesto” en favor de presos políticos y reiteraron a la Iglesia católica su papel de mediación ante el gobierno.

Éste es el segundo traslado de presos de conciencia, después de las conversaciones sostenidas el pasado 19 de mayo entre el presidente Raúl Castro y el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, Dionisio García Ibáñez.

El primer “gesto humanitario “ del gobierno se registró el 1 de junio con el “acercamiento” de los primeros seis prisioneros.
La Crónica, 13 de junio.

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