El informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) sobre la muerte de los niños Martín y Brayan Almanza Salazar, de 5 y 7 años de edad, no es definitivo, pero servirá para llegar a conclusiones, aseguró anoche Fernando Gómez Mont, Secretario de Gobernación.
En entrevista, el funcionario adelantó que el gobierno federal analizará a detalle el contenido de la recomendación de la CNDH y pondrá especial énfasis en determinar si la investigación del organismo autónomo fue exhaustiva o no.
"Será analizada en sus términos. Hay otras investigaciones que se tienen que ponderar. Hasta donde yo entiendo, la CNDH ha dicho que ha actuado bajo las versiones que tiene a su alcance, y con ello se debe estimar si ha sido exhaustiva su investigación o no", apuntó.
"Este es un asunto delicado, importante por los bienes que hay en juego, por las instituciones que son parte de la investigación, y vamos a dar el beneficio de la duda de que es un procedimiento ordenado, razonable y serio que nos va a llevar a conclusiones finales que nos indiquen por dónde caminar".
Previo a su participación en la asamblea general del Colegio de Abogados de México, Gómez Mont indicó que, hasta donde él tiene conocimiento, la investigación realizada por el organismo que preside Raúl Plascencia no fue exhaustiva, porque no contó con todas las fuentes de información necesarias.
La CNDH informó el pasado miércoles que, según sus investigaciones, los niños murieron a causa del fuego "directo y discrecional" de militares, lo que desmintió la versión oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el sentido de que fallecieron como resultado del fuego cruzado en un supuesto enfrentamiento con miembros del crimen organizado.
El organismo también concluyó que tras la muerte de los niños, ocurrida entre los kilómetros 116 y 117 de la carretera Nuevo Laredo-Reynosa, en Tamaulipas, personal de la Sedena alteró la escena del crimen paraocultar las responsabilidad del Ejército en los hechos.
Plantean peritaje 'neutral'
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos CNDH) deben someter a revisión de un tercero sus investigaciones y peritajes sobre la muerte de los niños Martín y Brayan Almanza Salazar, para dejar en claro quién dice la verdad y exhibir al que miente, planteó Luis Garfias Magaña, General de División en retiro Para el Ejército, los niños de 5 y 9 años de edad murieron en un enfrentamiento entre soldados y criminales, mientras que la CNDH acusó en las conclusiones de su indagación que la milicia alteró la escena del lugar de los hechos, registrados el 3 de abril en Ciudad Mier, Tamaulipas.
"Si es verdad lo que dice la CNDH, es muy delicado y muy serio, porque la Defensa debió haber hecho un examen exhaustivo del accidente; pero si no es verdad, la Defensa debe actuar contra esa comisión que constantemente ataca al Ejército, actuar legalmente contra la CNDH por estar lanzando una calumnia muy grave y eso hasta puede ser un delito", indicó Garfias.
"En caso de ser soldados los responsables, deben ser juzgados por el Consejo de Guerra militar, porque estaban desempeñando un servicio de armas y porque los servicios de armas tiene estrecha relación con la disciplina".
Consideró que para verificar los trabajos que hicieron las dos instituciones involucradas en esta polémica, debieran ser designados peritos civiles especializados en la materia, pues la observancia de un tercero le daría transparencia a un caso de esta naturaleza.
"Yo no sé por qué cuando se cometen este tipo de incidentes o de accidentes, no se hace (la investigación) lo más claro posible, porque en última instancia la que sale perdiendo es la institución", apuntó.
"Entonces, claro que es muy grave que se haya dicho una mentira, porque pierde credibilidad en la sociedad y el prestigio que tanto trabajo ha costado y en este momento en que tantos soldados se están muriendo".
En tanto, el General Brigadier en retiro Jorge Justiniano González Betancourt, quien encabezó en la legislatura pasada la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, señaló que no tiene ninguna duda de que el Ejército dice la verdad en este asunto, por su capacidad técnica en peritajes y por ser testigo ocular de los hechos.
No obstante, consideró que es recomendable que las partes den a conocer los detalles de sus dictámenes.
"La Sedena no va a emitir un informe equivocado o falso porque antes de rendir ese informe ya hizo una investigación exhaustiva. Tiene los medios suficientes para hacer esa investigación y es la verídica", indicó.
"¿La CNDH se acercó a preguntarle a los investigadores de la Sedena? No lo sé, esa comisión se basa muchas veces en quejas y conceptos de otras personas, pero no tiene investigadores. ¿Sabe quiénes son los que se quejan? Son los narcotraficantes, es una forma de operar del mismo crimen organizado, presentar cientos de quejas".
Inconsistencias
Entre las evidencias no consideradas por la CNDH en su recomendación -según advierten fuentes militares- se encuentra el hecho de que en el kilómetro 109 de la carretera Reynosa-Nuevo Laredo estaba una camioneta blanca con un orificio producto del lanzamiento de una granada. La camioneta de la familia Almanza -atrapada, según la Sedena, en el kilómetro 117 de esa carretera- presenta una huella similar. (1) Eso muestra que la camioneta blanca había sido atacada previamente como parte de la persecución entre delincuentes. La camioneta de la familia Almanza (oscura) quedó atrapada entre el convoy de los sicarios y recibió un granadazo que provocó la muerte de uno de los niños, según fuentes militares. Otra evidencia es que dos sicarios murieron en ese enfrentamiento lo que no fue considerado por la CNDH (2). Según el organismo, los niños Almanza murieron víctimas de una agresión militar. Las fuentes castrenses dicen, por el contrario, que fue por fuego cruzado y que la CNDH no tomó en cuenta los vehículos militares agredidos. (3).
Antonio Baranda y Abel Barajas, Reforma, 18 de junio.
En entrevista, el funcionario adelantó que el gobierno federal analizará a detalle el contenido de la recomendación de la CNDH y pondrá especial énfasis en determinar si la investigación del organismo autónomo fue exhaustiva o no.
"Será analizada en sus términos. Hay otras investigaciones que se tienen que ponderar. Hasta donde yo entiendo, la CNDH ha dicho que ha actuado bajo las versiones que tiene a su alcance, y con ello se debe estimar si ha sido exhaustiva su investigación o no", apuntó.
"Este es un asunto delicado, importante por los bienes que hay en juego, por las instituciones que son parte de la investigación, y vamos a dar el beneficio de la duda de que es un procedimiento ordenado, razonable y serio que nos va a llevar a conclusiones finales que nos indiquen por dónde caminar".
Previo a su participación en la asamblea general del Colegio de Abogados de México, Gómez Mont indicó que, hasta donde él tiene conocimiento, la investigación realizada por el organismo que preside Raúl Plascencia no fue exhaustiva, porque no contó con todas las fuentes de información necesarias.
La CNDH informó el pasado miércoles que, según sus investigaciones, los niños murieron a causa del fuego "directo y discrecional" de militares, lo que desmintió la versión oficial de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en el sentido de que fallecieron como resultado del fuego cruzado en un supuesto enfrentamiento con miembros del crimen organizado.
El organismo también concluyó que tras la muerte de los niños, ocurrida entre los kilómetros 116 y 117 de la carretera Nuevo Laredo-Reynosa, en Tamaulipas, personal de la Sedena alteró la escena del crimen paraocultar las responsabilidad del Ejército en los hechos.
Plantean peritaje 'neutral'
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Comisión Nacional de Derechos Humanos CNDH) deben someter a revisión de un tercero sus investigaciones y peritajes sobre la muerte de los niños Martín y Brayan Almanza Salazar, para dejar en claro quién dice la verdad y exhibir al que miente, planteó Luis Garfias Magaña, General de División en retiro Para el Ejército, los niños de 5 y 9 años de edad murieron en un enfrentamiento entre soldados y criminales, mientras que la CNDH acusó en las conclusiones de su indagación que la milicia alteró la escena del lugar de los hechos, registrados el 3 de abril en Ciudad Mier, Tamaulipas.
"Si es verdad lo que dice la CNDH, es muy delicado y muy serio, porque la Defensa debió haber hecho un examen exhaustivo del accidente; pero si no es verdad, la Defensa debe actuar contra esa comisión que constantemente ataca al Ejército, actuar legalmente contra la CNDH por estar lanzando una calumnia muy grave y eso hasta puede ser un delito", indicó Garfias.
"En caso de ser soldados los responsables, deben ser juzgados por el Consejo de Guerra militar, porque estaban desempeñando un servicio de armas y porque los servicios de armas tiene estrecha relación con la disciplina".
Consideró que para verificar los trabajos que hicieron las dos instituciones involucradas en esta polémica, debieran ser designados peritos civiles especializados en la materia, pues la observancia de un tercero le daría transparencia a un caso de esta naturaleza.
"Yo no sé por qué cuando se cometen este tipo de incidentes o de accidentes, no se hace (la investigación) lo más claro posible, porque en última instancia la que sale perdiendo es la institución", apuntó.
"Entonces, claro que es muy grave que se haya dicho una mentira, porque pierde credibilidad en la sociedad y el prestigio que tanto trabajo ha costado y en este momento en que tantos soldados se están muriendo".
En tanto, el General Brigadier en retiro Jorge Justiniano González Betancourt, quien encabezó en la legislatura pasada la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados, señaló que no tiene ninguna duda de que el Ejército dice la verdad en este asunto, por su capacidad técnica en peritajes y por ser testigo ocular de los hechos.
No obstante, consideró que es recomendable que las partes den a conocer los detalles de sus dictámenes.
"La Sedena no va a emitir un informe equivocado o falso porque antes de rendir ese informe ya hizo una investigación exhaustiva. Tiene los medios suficientes para hacer esa investigación y es la verídica", indicó.
"¿La CNDH se acercó a preguntarle a los investigadores de la Sedena? No lo sé, esa comisión se basa muchas veces en quejas y conceptos de otras personas, pero no tiene investigadores. ¿Sabe quiénes son los que se quejan? Son los narcotraficantes, es una forma de operar del mismo crimen organizado, presentar cientos de quejas".
Inconsistencias
Entre las evidencias no consideradas por la CNDH en su recomendación -según advierten fuentes militares- se encuentra el hecho de que en el kilómetro 109 de la carretera Reynosa-Nuevo Laredo estaba una camioneta blanca con un orificio producto del lanzamiento de una granada. La camioneta de la familia Almanza -atrapada, según la Sedena, en el kilómetro 117 de esa carretera- presenta una huella similar. (1) Eso muestra que la camioneta blanca había sido atacada previamente como parte de la persecución entre delincuentes. La camioneta de la familia Almanza (oscura) quedó atrapada entre el convoy de los sicarios y recibió un granadazo que provocó la muerte de uno de los niños, según fuentes militares. Otra evidencia es que dos sicarios murieron en ese enfrentamiento lo que no fue considerado por la CNDH (2). Según el organismo, los niños Almanza murieron víctimas de una agresión militar. Las fuentes castrenses dicen, por el contrario, que fue por fuego cruzado y que la CNDH no tomó en cuenta los vehículos militares agredidos. (3).
Antonio Baranda y Abel Barajas, Reforma, 18 de junio.
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