Fariñas, sicólogo de 48 años, inició su ayuno después del fallecimiento en febrero pasado del preso político Orlando Zapata tras 85 días de huelga de hambre, un hecho que avivó las críticas de Estados Unidos y Europa sobre la situación de los derechos humanos en la isla.
“El gobierno se toma todo su tiempo para cualquier cosa. Está jugando con los sentimientos y la ansiedad de las familias. Estoy escéptico pues hay que ver para creer posibles liberaciones”, dijo Fariñas por teléfono a Reuters.
El opositor, a quien el gobierno comunista considera un “vendepatria”, sigue hospitalizado y recibe hidratación por vía intravenosa en un centro médico de Santa Clara, a unos 270 kilómetros al este de La Habana, ciudad donde reside.
“Hoy estoy bastante estable dentro de la gravedad. No tuve fiebre anoche, ni la presión baja”, señaló Fariñas.
La situación de los reos políticos en la isla fue uno de los temas abordados en un inédito encuentro que el mandatario cubano, Raúl Castro, sostuvo a mediados de mayo con el arzobispo de La Habana, cardenal Jaime Ortega, y el presidente de la Conferencia de Obispos Católicos, Dionisio García. Castro, quien ayer cumplió 79 años, ha dicho que su gobierno no cederá al “chantaje” de sus enemigos.
Las autoridades y la Iglesia dieron el martes un primer paso tras el diálogo, reubicando a seis presos de una lista de disidentes que forman parte del grupo de los 75 condenados a penas de hasta 28 años de cárcel en una cruzada del gobierno contra la oposición en marzo del 2003.
Fariñas dijo que “hay que armarse de paciencia pues los traslados son una maniobra del gobierno para dividir a las Damas de Blanco”, en alusión a un grupo de esposas y madres de presos políticos. El disidente, ingresado desde el 11 de marzo, ha dicho que está “dispuesto a ir en esta huelga de hambre hasta las últimas consecuencias, incluida la muerte”. La eventual excarcelación de los presos políticos más enfermos podría conducirlo a deponer su huelga.
Aunque Fariñas reclama la liberación de unos 26 reclusos con la salud deteriorada, ha dicho que si al menos son liberados una docena de éstos él cambiaría su posición para facilitar las negociaciones entre el gobierno de Castro y las autoridades católicas.
Bertha Soler, una de las activistas del grupo de madres y esposas de los presos políticos conocidas como Damas de Blanco, dijo que están “optimistas” con las gestiones de la Iglesia, pero advirtió que el tiempo apremia.
“Lo más que nos preocupa es el tiempo, que se va alargando y para Fariñas va a ser fatal, su vida cada día peligra más”, indicó ayer Soler.
0 Responses to "Estoy bastante estable: Fariñas"
Publicar un comentario