El flujo de remesas que ingresó a México en abril pasado ascendió a mil 783.9 millones de dólares, lo que significó un incremento de 0.2 por ciento respecto al mismo mes del año anterior, informó el Banco de México.
Con ello las remesas rompieron 17 meses consecutivos de transitar por terreno negativo en su comparativo anual, pues desde noviembre de 2008 inició la debacle de estos recursos debido a la crisis económica.
A pesar de esta mejoría en las remesas, su equivalencia en pesos fue menor debido a los diferenciales en el tipo de cambio entre ambos periodos.
En abril de 2009 el tipo de cambio promedio fue de 13.44 pesos por dólar, lo que significó que las remesas representaran 23 mil 922 millones de pesos, mientras que para el cuarto mes de este año, sólo significaron 21 mil 810.4 millones, debido a que el dólar estadunidense cotizó en 12.22 pesos.
El reporte del banco central muestra que, de manera acumulada, entre enero y abril de 2010 las remesas enviadas por los mexicanos que radican en otro país sumaron 6 mil 603.3 millones de dólares, cifra 8.9 por ciento inferior a lo registrado en el mismo periodo de 2009.
“El avance anual de 0.2 por ciento sugiere que la recuperación del mercado laboral estadunidense empieza a traducirse en un mayor ingreso disponible para los migrantes mexicanos, quienes han comenzado a reactivar el envío de dinero a sus familiares en México”, indicó la analista económica de Ixe, Lucía Martín.
Por su parte, Juan Luis Ordaz, del área de análisis económico de BBVA Bancomer, indicó que la mejoría en los empleos en Estados Unidos se ha dado en sectores donde se concentran trabajadores mexicanos, como turismo y esparcimiento, comercio, servicios de educación y salud.
El economista y jefe de la oficina para América Latina de la OCDE, Jeff Dayton-Jonson, dijo que el país debe aprovechar más su bono demográfico y evitar que la población migre en busca de mejores oportunidades. “No hay que ver este asunto como un desafío, sino como un activo que puede contribuir al desarrollo del país”.
Al respecto, Lucía Martín indicó que las remesas en su conjunto enmascaran el problema de la falta de buenos empleos que persiste en el mercado mexicano, por lo cual consideró imprescindible llevar a cabo los cambios estructurales pendientes en materia laboral.
Por último, Ordaz previó que las remesas podrían dar mayores muestras de recuperación, que al cierre del año representen un crecimiento en dólares de 3 por ciento contra lo reportado un año antes.
“A diferencia de lo sucedido en 2009, este año el tipo de cambio ha sido y seguirá siendo un elemento no favorable para las familias que reciben remesas”, concluyó.
Con ello las remesas rompieron 17 meses consecutivos de transitar por terreno negativo en su comparativo anual, pues desde noviembre de 2008 inició la debacle de estos recursos debido a la crisis económica.
A pesar de esta mejoría en las remesas, su equivalencia en pesos fue menor debido a los diferenciales en el tipo de cambio entre ambos periodos.
En abril de 2009 el tipo de cambio promedio fue de 13.44 pesos por dólar, lo que significó que las remesas representaran 23 mil 922 millones de pesos, mientras que para el cuarto mes de este año, sólo significaron 21 mil 810.4 millones, debido a que el dólar estadunidense cotizó en 12.22 pesos.
El reporte del banco central muestra que, de manera acumulada, entre enero y abril de 2010 las remesas enviadas por los mexicanos que radican en otro país sumaron 6 mil 603.3 millones de dólares, cifra 8.9 por ciento inferior a lo registrado en el mismo periodo de 2009.
“El avance anual de 0.2 por ciento sugiere que la recuperación del mercado laboral estadunidense empieza a traducirse en un mayor ingreso disponible para los migrantes mexicanos, quienes han comenzado a reactivar el envío de dinero a sus familiares en México”, indicó la analista económica de Ixe, Lucía Martín.
Por su parte, Juan Luis Ordaz, del área de análisis económico de BBVA Bancomer, indicó que la mejoría en los empleos en Estados Unidos se ha dado en sectores donde se concentran trabajadores mexicanos, como turismo y esparcimiento, comercio, servicios de educación y salud.
El economista y jefe de la oficina para América Latina de la OCDE, Jeff Dayton-Jonson, dijo que el país debe aprovechar más su bono demográfico y evitar que la población migre en busca de mejores oportunidades. “No hay que ver este asunto como un desafío, sino como un activo que puede contribuir al desarrollo del país”.
Al respecto, Lucía Martín indicó que las remesas en su conjunto enmascaran el problema de la falta de buenos empleos que persiste en el mercado mexicano, por lo cual consideró imprescindible llevar a cabo los cambios estructurales pendientes en materia laboral.
Por último, Ordaz previó que las remesas podrían dar mayores muestras de recuperación, que al cierre del año representen un crecimiento en dólares de 3 por ciento contra lo reportado un año antes.
“A diferencia de lo sucedido en 2009, este año el tipo de cambio ha sido y seguirá siendo un elemento no favorable para las familias que reciben remesas”, concluyó.
Alberto Verdusco, Milenio, 2 de junio.
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