Su historia comenzó a los 16 años, cuando en un bar, conoció a Javier, de dicha banda, quien utilizó un automóvil de lujo y una cajuela llena de billetes dispersos para convencerla de ir a una fiesta de la cual nunca regresó.
En entrevista, aseguró que durante más de 5 años permaneció secuestrada en hoteles del Centro de la Ciudad de México, y fue forzada a prostituirse en La Merced y en Sullivan, hasta que Javier la obligó a actuar como señuelo en la TAPO para allegarle mujeres.
La sexoservidora, ahora en la treintena, relató que ella, también secuestrada, se hacía pasar como ama de casa en busca de empleadas domésticas con el fin de reclutar jovencitas para sus captores.
"Yo me encargaba de llevarlas de la terminal al auto. Estuve como un año ayudando a que otras cayeran en lo mismo, yo misma enganché a unas 50 mujeres", admitió. "Me daba vueltas por la TAPO como si fuera a viajar y checaba a las que se bajaban de los camiones, procuraba siempre hablar con las que bajaban solas o pidiendo direcciones. A ellas les ofrecía trabajo".
A muchas, todavía las ve, de lejos.
"No las volvía a ver hasta después, cuando me obligaban a pasar por Sullivan o La Merced para checarlas y pedirles el dinero. A veces me las encuentro en la calle y se me quedan viendo feo o lloran".
0 Responses to "'Yo misma enganché a unas 50 mujeres'"
Publicar un comentario