Inercial y sin modificaciones, paquete económico: CEESP

“La propuesta de paquete económico para 2012 es inercial, pues no se aprecian modificaciones sustantivas respecto al que se presentó este año”, lamentó la cúpula empresarial mexicana. El reporte del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) advierte sobre las consideraciones en el déficit presupuestario, pues podría resultar confuso y ocultar la verdadera magnitud del desequilibrio fiscal. En las estimaciones de ingresos y gasto, se prevé que en el 2012 las finanzas del sector público reporten un déficit (sin incluir la inversión de Pemex) equivalente a 0.2% del PIB, porcentaje que si bien refleja una disminución de 0.3 puntos porcentuales respecto a lo previsto para este año, se contrapone con la meta planteada en los Criterios de Política Económica de 2011, de restablecer el equilibrio presupuestario a partir del 2012. “Esto permite intuir que será este déficit la forma de hacer frente a las necesidades de recursos para cumplir con las obligaciones gubernamentales”, detalla el CEESP; sin embargo, es importante considerar esta cifra con cuidado, toda vez que puede resultar confuso y ocultar la verdadera magnitud del desequilibrio fiscal. “Si se utilizan las cifras tradicionales, es decir, incluyendo la inversión de Pemex, se tiene que el déficit presupuestado será de 2.2% del PIB, que a pesar de ser ligeramente menor al aprobado para el 2011, es el segundo más elevado desde 1990”, explicó. Desde su consideración, ello resulta preocupante si se considera que en el reporte del Foro Económico Mundial la evaluación de este indicador ocasionó un desplome en su calificación, que llevó a México a ubicarse en el lugar 80, luego de haber ocupado el peldaño 19. “Lo anterior fue una de las razones más importantes para que el pilar de ambiente macroeconómico perdiera once posiciones. Es llamada de atención, porque este pilar es uno de los que mayor incidencia ha tenido en la percepción de estabilidad”, dijo el organismo. Con respecto a la estimación de crecimiento del PIB de 3.5%, indica que la actividad económica seguirá moderando su ritmo de crecimiento, por lo que –para los empresarios- el objetivo principal deberá ser el estímulo del mercado interno; por ello, “insistimos en la aprobación de los cambios estructurales para fortalecer y reducir la dependencia de lo que pase en el exterior”. Lindsay Esquivel, La Crónica, 12 de septiembre.