Se estrena con falta de quórum

José Antonio Meade debutó ayer como secretario de Hacienda ante el pleno de la Cámara de Diputados y durante casi cuatro horas evadió el fuego cruzado entre priistas y panistas enfrascados en una anticipada batalla electoral, pero finalmente guardó sus tarjetas y se retiró del salón, cuando el diputado presidente Emilio Chuay- ffet suspendió la comparecencia por falta de quórum. Al salir del recinto, Meade se declaró satisfecho con su primera presentación en el Palacio de San Lázaro como responsable de las finanzas públicas y negó que el vacío en el pleno haya representado un desaire para él. En ausencia de la mayoría de los diputados federales, los coordinadores parlamentarios del PRI, Francisco Rojas Gutiérrez, y del PAN, Francisco Ramírez Acuña, pidieron a Chuayffet “recortar” la duración de las participaciones y acelerar el término del debate. Las bancadas de PRD, PT y Convergencia protestaron por el incumplimiento del formato pactado dos días antes por la Junta de Coordinación Política y le exigieron cuentas a Chuayffet. El presidente de la Mesa Directiva decidió entonces “lavarse las manos” y someter a votación el cambio propuesto por Rojas Gutiérrez y Ramírez Acuña, pero sin calcular la ausencia de la mayor parte de priistas y panistas, ni mucho menos la estrategia de las izquierdas para “reventar” la sesión. El tablero electrónico registró finalmente 170 votos en total, es decir, 81 menos de lo necesario para continuar la sesión. Los líderes parlamentarios del PRD, Armando Ríos Píter; del PT, Pedro Vázquez, y de Convergencia, Pedro Jiménez, buscaron de inmediato a los representantes de los medios informativos para justificar la decisión de no emitir voto alguno y romper el quórum de la sesión. Le advirtieron a Chuayffet que no admitirán en lo sucesivo decisiones unilaterales en la conducción de la asamblea ni tampoco que un solo partido gobierne la Cámara de Diputados. En respuesta conjunta, los coordinadores del PRI y del PAN responsabilizaron a los legisladores de izquierda de romper el quórum, aun cuando priistas y panistas suman entre ambos 379 diputados. Rojas Gutiérrez y Ramírez Acuña admitieron su decisión de “agilizar” la comparecencia de Meade y argumentaron que sus pares de PRD, PT y Convergencia no estaban presentes en el salón de sesiones cuando se les buscó para consensuar el cambio de formato. Al comienzo de la comparecencia, priistas y panistas protagonizaron un rudo intercambio de acusaciones, más orientadas hacia la elección presidencial de 2012. A nombre del PRI, el legislador mexiquense Alfonso Navarrete Prida descalificó el proyecto económico del Ejecutivo por considerarlo “recesivo, centralista, generador de pobreza y eminentemente electoral”, mientras la panista Ruth Esperanza Lugo echó en cara al tricolor sus gobiernos “nefastos y corruptos”, así como la irresponsabilidad de sus gobernadores con el endeudamiento público. Otro priista, Gerardo Sánchez, anticipó incluso la determinación de su partido para hacerle una “cirugía mayor” al Presupuesto 2012, mientras el titular de la Secretaría de Hacienda se limitaba a tomar nota de los cuestionamientos y a responder técnicamente las inquietudes de los legisladores. Los diputados federales del PRD intentaron involucrarse en el debate entre tricolores y azules, pero la polarización preelectoral monopolizaba ya la comparecencia de Meade. Con un registro inicial de 326 diputados en el pleno, la sesión transcurrió sin sobresaltos y con más curules vacías conforme avanzaba la presentación, hasta que los oradores en lista de espera se quedaron prácticamente solos con el funcionario al cabo de cuatro horas. Fernando Damián y Alberto Verdusco, Milenio, 22 de septiembre.