Asumen delegados; carecen de poder

Carina García, El Universal, 2 de octubre.

Los nuevos jefes delegacionales pelearon con todo por las candidaturas, invirtieron recursos en sus campañas, recorrieron calles e hicieron muchas promesas, pero el cargo que comenzaron a ejercer ayer los limitará casi a meros administradores.

La Constitución y el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal les concede facultades limitadas en materia presupuestal y para prestar algunos servicios o realizar obras, pero carecen de atribuciones recaudatorias y del control de la policía.

No podrán tampoco establecer su propio calendario para el ejercicio de recursos, pues éste lo marca la Secretaría de Finanzas local.

De hecho las demarcaciones tienen comprometido hasta 90% de su presupuesto, aprobado por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. 

Los delegados tampoco pueden realizar verificaciones en materia de uso de suelo o en obras de construcción, aunque sí pueden otorgar y revocar, en su caso, licencias, permisos, autorizaciones y concesiones. Legalmente están impedidos, además, para recaudar impuestos y hacerse de recursos para obras y no pueden solicitar préstamos. 

Empero, sí pueden opinar sobre la concesión de servicios que impacten su jurisdicción, y coordinarse con el gobierno local para la prestación de servicios públicos como suministro de agua, drenaje, recolección de desechos en vías primarias, protección civil, seguridad pública y abasto. 

También pueden imponer sanciones administrativas por incumplimientos reglamentarios y proponer al gobierno sus programas operativos anuales y de presupuesto. 

Estas restricciones se deben a que las delegaciones son órganos desconcentrados sin personalidad jurídica ni patrimonio propio y, jerárquicamente, supeditadas al jefe de gobierno local. 

Por eso el tema de ampliar facultades es recurrente en la Reforma Política pendiente. 

Así que en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal,Eduardo Santillán, del PRD, y Gabriela Salido, del PAN, comprometieron sus esfuerzos para descongelar en el Senado una propuesta presentada en 2010 con el consenso de todos los partidos. 

Para Salido, las limitantes no son sólo por ley, sino por “una política centralista” del gobierno local que les ha restado facultades y capacidad de maniobra. Así que planteó —en el marco de la toma de protesta de los nuevos delegados ante la ALDF— que es corresponsabilidad de éstos gobernar bien sin echar culpas. 

Algunos pretextos son, enlistó: “no ha llegado porque es compra consolidada, eso no nos toca porque es gasto centralizado, no hay dinero en la partida y hay que alimentarla, no nos han comunicado el techo presupuestal, y cómo olvidar la frase célebre: es vialidad primaria, no me toca, no tenemos facultades, le corresponde a la secretaría tal”. 

La ciudad, expuso Santillán Pérez, “es el único lugar en el mundo donde el titular de un organismo desconcentrado es elegido por el pueblo. No es posible que las delegaciones no sean consideradas como nivel de gobierno (…) son el patito feo”.