'Capriles es sifrino; Chávez, del pueblo'

CARACAS.- Al referirse al candidato presidencial opositor venezolano, Henrique Capriles, los partidarios del Mandatario Hugo Chávez coinciden en que "no sabe hablar y le falta ideología".

La razón de Mayra Rivas, vendedora ambulante en el Centro de Caracas, para rechazarlo es concreta: "Tiene cara de sifrino (niño fresa), no como Chávez, que es de pueblo".

Hay quienes aseguran, como Vladimir Sánchez, que Capriles no es el problema, sino quienes lo acompañan, es decir, las fuerzas políticas tradicionales, como Copei, que gobernaron entre 1958 y 1998 y que para los chavistas representan un pasado de corrupción en el que los pobres eran ignorados.

"Es como un equipo de beisbol: en la banca está Capriles, pero uno no sabe si Capriles batea homerun o no; pero, si Capriles batea homerun, los que van a correr son toda esa Cuarta República (los partidos tradicionales)", reflexionó Armando Rodríguez, escolta privado que apoya la reelección de Chávez.

Sus simpatizantes califican al actual Presidente como un benefactor, que por primera vez se ha ocupado de atender a los sectores de la población con mayores necesidades económicas.

"Es un hombre muy humanitario que ayuda a su pueblo, es gente de pueblo", afirmó José Ramón Ciponte, vendedor ambulante y militante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

Ellos son los "chavistas duros", cerca de 30 por ciento de la población electoral venezolana, y que, según argumentó el politólogo Vicente Carrasquero, se ha mantenido por el clientelismo de los programas sociales.

Todos reconocen que son muchos los problemas que aquejan al País y nombran la inseguridad como el principal. Empero, deslindan de responsabilidad a Chávez, ya que, explican, no se puede hacer todo de la noche a la mañana.

"El Presidente es el Presidente, no es el policía de Venezuela", justificó Sánchez. "La inseguridad es mundial; eso no es sólo de aquí", añadió.

Pese al apoyo que mantiene Chávez, quien busca reelegirse por segunda ocasión en las elecciones del 7 de octubre, el analista político y también partidario del Gobierno Nicmer Evans reconoce que "la revolución" tendrá que reestructurarse, pues ha ido perdiendo la distancia que tenía con la Oposición.

Evans estima que Chávez le ganará por siete puntos a Capriles, cifra distante al 26 por ciento de diferencia que obtuvo el Mandatario en las elecciones presidenciales de 2006, cuando venció al opositor Manuel Rosales.

Para Carrasquero, el Presidente alcanzó su tope electoral con los 7 millones 300 mil votos que obtuvo en 2006. De ahí no ha podido sumar nuevos votantes por su mal Gobierno, sentenció.

Por ello, estimó que todas las condiciones están dadas para que el 7 de octubre se presente el voto de castigo y el de indignación, que podría favorecer una victoria opositora.

Valeria Huérfano enviada, Reforma, 3 de octubre.