El coordinador de los senadores perredistas, Carlos Navarrete, advirtió sobre la posibilidad de que Andrés Manuel López Obrador participe en el debate que sobre la reforma petrolera convocó el Senado de la República, aunque la lista de participantes que presentará el Frente Amplio Progresista (FAP) se dará a conocer el próximo 5 de mayo.
Tras participar en la reunión que prácticamente todos los lunes encabeza el ex candidato presidencial en sus oficinas centrales para hacer evaluaciones, el legislador manifestó que quienes debatan en nombre del FAP –constitucionalistas, juristas y especialistas, entre otros– podrán demostrar que las cinco iniciativas presentadas por Felipe Calderón al Senado tienen una “clara intención de violaciones constitucionales mediante leyes secundarias”, para que al final del debate se inhabiliten.
Navarrete expresó su confianza en que durante los próximos tres meses cambie, gracias a ello, la percepción en el país sobre la lucha que, en defensa del petróleo, encabezan y provoquen que el gobierno tenga que “pensarlo tres veces antes de insistir en la aprobación” de las iniciativas en los términos en que Calderón las envió al Senado.
Y ante la posibilidad de que las cúpulas del PAN pretendan su aprobación una vez concluidas las 20 sesiones de debate, programadas para realizarse entre mayo y agosto, Navarrete sostuvo: “Les tengo una mala noticia: falta ver qué piensan los mexicanos en el transcurso del mismo y ver cómo reaccionan millones y millones con lo que vamos a plantear”’.
Porque lo cierto, afirmó, es que “hoy se ha aprobado una estrategia dual con el debate intenso con argumentos, y con la organización abajo, difundiendo casa por casa nuestra posición en defensa del petróleo”.
Anunció la reciente creación de un equipo de trabajo para evaluar la posibilidad de convocar a un referendo, plebiscito o consulta popular, a fin de que sean los ciudadanos y no los legisladores los que tengan la última palabra.
“Estoy seguro de que, paralelamente al debate en el Senado, podremos evaluar la propuesta más conveniente, la que transite de manera más consensuada con todas las fuerzas políticas”, y así evitar o prever “un encontronazo a finales de julio o agosto”.
Insistió en que es mejor ir viendo, en buenos términos, la construcción de salidas legales e institucionales, con figuras que, aunque no están en la Carta Magna, pueden introducirse para dirimir diferencias.
El senador advirtió que el Frente Amplio no irá solamente por la corrección de la propuesta calderonista, como planteó el Partido Rrvolucionario Institucional, “sino por la modificación total de las instituciones de gobierno”, porque “nosotros queremos un Petróleos Mexicanos competitivo, de primer mundo, que sea propiedad de los mexicanos, no privatizado ni como un pastel que se pueda cortar en rebanadas para socios nacionales o extranjeros”.
Tras participar en la reunión que prácticamente todos los lunes encabeza el ex candidato presidencial en sus oficinas centrales para hacer evaluaciones, el legislador manifestó que quienes debatan en nombre del FAP –constitucionalistas, juristas y especialistas, entre otros– podrán demostrar que las cinco iniciativas presentadas por Felipe Calderón al Senado tienen una “clara intención de violaciones constitucionales mediante leyes secundarias”, para que al final del debate se inhabiliten.
Navarrete expresó su confianza en que durante los próximos tres meses cambie, gracias a ello, la percepción en el país sobre la lucha que, en defensa del petróleo, encabezan y provoquen que el gobierno tenga que “pensarlo tres veces antes de insistir en la aprobación” de las iniciativas en los términos en que Calderón las envió al Senado.
Y ante la posibilidad de que las cúpulas del PAN pretendan su aprobación una vez concluidas las 20 sesiones de debate, programadas para realizarse entre mayo y agosto, Navarrete sostuvo: “Les tengo una mala noticia: falta ver qué piensan los mexicanos en el transcurso del mismo y ver cómo reaccionan millones y millones con lo que vamos a plantear”’.
Porque lo cierto, afirmó, es que “hoy se ha aprobado una estrategia dual con el debate intenso con argumentos, y con la organización abajo, difundiendo casa por casa nuestra posición en defensa del petróleo”.
Anunció la reciente creación de un equipo de trabajo para evaluar la posibilidad de convocar a un referendo, plebiscito o consulta popular, a fin de que sean los ciudadanos y no los legisladores los que tengan la última palabra.
“Estoy seguro de que, paralelamente al debate en el Senado, podremos evaluar la propuesta más conveniente, la que transite de manera más consensuada con todas las fuerzas políticas”, y así evitar o prever “un encontronazo a finales de julio o agosto”.
Insistió en que es mejor ir viendo, en buenos términos, la construcción de salidas legales e institucionales, con figuras que, aunque no están en la Carta Magna, pueden introducirse para dirimir diferencias.
El senador advirtió que el Frente Amplio no irá solamente por la corrección de la propuesta calderonista, como planteó el Partido Rrvolucionario Institucional, “sino por la modificación total de las instituciones de gobierno”, porque “nosotros queremos un Petróleos Mexicanos competitivo, de primer mundo, que sea propiedad de los mexicanos, no privatizado ni como un pastel que se pueda cortar en rebanadas para socios nacionales o extranjeros”.
Nota de Alma Muñoz, La Jornada, 29 de abril.
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