Alrededor de 600 militares reforzaron la seguridad ayer en Tijuana, 48 horas después de un enfrentamiento entre dos bandas de sicarios que dejó un saldo de 13 muertos, según la Procuraduría de Baja California.
El nuevo contingente de fuerzas federales se suma a los 2 mil 600 elementos desplegados en enero de 2007 en el marco de la Operación Tijuana.
Luego del enfrentamiento la madrugada del sábado, que dejó un saldo de 13 muertos y cinco heridos, un contingente de soldados fue movilizado para resguardar las instalaciones del hospital general de esta ciudad, donde se hallaban los lesionados, así como la sede estatal de la PGR, a la cual fueron llevados ocho detenidos, entre ellos una mujer.
En las primeras investigaciones se comprobó que gran parte de las 60 armas decomisadas a sicarios —que se presume pertenecían a dos células del cártel de los Arellano enfrentadas por pugnas internas— se usaron en ejecuciones en Ensenada y en Tijuana.
Del contingente que arribará en las próximas horas a Mexicali y Tijuana, que estará compuesto sólo por agentes de la Policía Federal Preventiva, se anunciará en una ceremonia donde están convocados el comandante de la Segunda Región Militar, el general de división Sergio Aponte Polito; el vicealmirante Alberto Rosas, comandante de la zona naval; los cinco alcaldes de los municipios del estado; diputados locales y federales, así como representantes empresariales y civiles.
El procurador estatal, Rommel Moreño Manjarrez, indicó que cuatro policías, dos ministeriales y dos municipales, fueron identificados entre los sicarios que fallecieron el sábado. (Con información de Julieta Martínez)
El nuevo contingente de fuerzas federales se suma a los 2 mil 600 elementos desplegados en enero de 2007 en el marco de la Operación Tijuana.
Luego del enfrentamiento la madrugada del sábado, que dejó un saldo de 13 muertos y cinco heridos, un contingente de soldados fue movilizado para resguardar las instalaciones del hospital general de esta ciudad, donde se hallaban los lesionados, así como la sede estatal de la PGR, a la cual fueron llevados ocho detenidos, entre ellos una mujer.
En las primeras investigaciones se comprobó que gran parte de las 60 armas decomisadas a sicarios —que se presume pertenecían a dos células del cártel de los Arellano enfrentadas por pugnas internas— se usaron en ejecuciones en Ensenada y en Tijuana.
Del contingente que arribará en las próximas horas a Mexicali y Tijuana, que estará compuesto sólo por agentes de la Policía Federal Preventiva, se anunciará en una ceremonia donde están convocados el comandante de la Segunda Región Militar, el general de división Sergio Aponte Polito; el vicealmirante Alberto Rosas, comandante de la zona naval; los cinco alcaldes de los municipios del estado; diputados locales y federales, así como representantes empresariales y civiles.
El procurador estatal, Rommel Moreño Manjarrez, indicó que cuatro policías, dos ministeriales y dos municipales, fueron identificados entre los sicarios que fallecieron el sábado. (Con información de Julieta Martínez)
Nota de Juan Veledíaz, El Universal, 29 de abril.
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