MONTERREY, NL.— Por los jaloneos y la falta de acuerdos entre las fracciones legislativas, la reforma electoral que prevé aumentar de 1.5 a 2.5% el porcentaje de votación para conservar el registro de los partidos seguirá congelada al menos un día más en el Congreso del estado. Diputados del PRD y PT tomaron la tribuna para impedir que se leyera el dictamen de la mayoría panista.
La inconformidad de los partidos de izquierda generó disturbios afuera del recinto parlamentario por parte de simpatizantes del PRD y el PT, quienes se enfrentaron en un par de ocasiones con la policía, que desde temprano montaron un cerco de seguridad.
Entre los manifestantes, el líder nacional del PT, Alberto Anaya, dijo: “No vamos a permitir que el partido del Presidente perjudique a los que representamos al pueblo”. En medio del zafarrancho, su esposa Guadalupe fue empujada por los guardias de Seguridad Pública del estado y cayó a una fuente pública que decora las instalaciones del Congreso.
Los diputados del PRD, Guillermo Gómez Pérez, y del PT, Zeferino Juárez y Gerardo García, con mantas en mano decidieron adelantarse al inicio de la sesión extraordinaria convocada por la mayoría albiazul y secuestraron la tribuna.
“No permitiremos prosperar esa gandallezca iniciativa de reforma electoral a costa de lo que sea; tendrán que pasar por encima de nosotros de manera violenta y veremos qué tan tolerantes son los diputados del PAN”, aseguró Gómez Pérez.
“No nos moveremos de aquí, tendrán que quitarnos. En eso estamos ahorita tomando la tribuna y nos mantendremos por tiempo indefinido”, agregó.
“Los panistas están intransigentes, no quieren ceder”, dijo el coordinador de los diputados priístas, Ildefonso Guajardo, al referirse a los puntos álgidos del encontronazo legislativo.
De acuerdo con el dictamen enviado por la bancada del PAN, que está siendo demorado en la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, se pretende incrementar de 1.5 a 2.5% la votación mínima para que los partidos conserven su registro.
Además, se pretende crear la figura de voto por voto, la cual pretende que si se encuentran irregularidades en más de 0.5% de las casillas, se abran todas las urnas y se repita el proceso de conteo, pero sin anular las elecciones, mientras que el PRI asegura debería ser hasta 1% o bien que se elimine esta figura de voto por voto.
La inconformidad de los partidos de izquierda generó disturbios afuera del recinto parlamentario por parte de simpatizantes del PRD y el PT, quienes se enfrentaron en un par de ocasiones con la policía, que desde temprano montaron un cerco de seguridad.
Entre los manifestantes, el líder nacional del PT, Alberto Anaya, dijo: “No vamos a permitir que el partido del Presidente perjudique a los que representamos al pueblo”. En medio del zafarrancho, su esposa Guadalupe fue empujada por los guardias de Seguridad Pública del estado y cayó a una fuente pública que decora las instalaciones del Congreso.
Los diputados del PRD, Guillermo Gómez Pérez, y del PT, Zeferino Juárez y Gerardo García, con mantas en mano decidieron adelantarse al inicio de la sesión extraordinaria convocada por la mayoría albiazul y secuestraron la tribuna.
“No permitiremos prosperar esa gandallezca iniciativa de reforma electoral a costa de lo que sea; tendrán que pasar por encima de nosotros de manera violenta y veremos qué tan tolerantes son los diputados del PAN”, aseguró Gómez Pérez.
“No nos moveremos de aquí, tendrán que quitarnos. En eso estamos ahorita tomando la tribuna y nos mantendremos por tiempo indefinido”, agregó.
“Los panistas están intransigentes, no quieren ceder”, dijo el coordinador de los diputados priístas, Ildefonso Guajardo, al referirse a los puntos álgidos del encontronazo legislativo.
De acuerdo con el dictamen enviado por la bancada del PAN, que está siendo demorado en la Comisión de Legislación y Puntos Constitucionales, se pretende incrementar de 1.5 a 2.5% la votación mínima para que los partidos conserven su registro.
Además, se pretende crear la figura de voto por voto, la cual pretende que si se encuentran irregularidades en más de 0.5% de las casillas, se abran todas las urnas y se repita el proceso de conteo, pero sin anular las elecciones, mientras que el PRI asegura debería ser hasta 1% o bien que se elimine esta figura de voto por voto.
Jonathan Tapia, corresponsal, El Universal, 30 de julio.
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