Los indocumentados detenidos aquí serán custodiados y vigilados por policías federales, ya no sólo por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM), desde su detención, internación y permanencia en instalaciones migratorias oficiales, hasta su salida del país, si es necesario.
“El compromiso de este gobierno es que el paso por México no se convierta en un mal recuerdo para nadie, ni siquiera para aquéllos que sean conducidos a su país de origen tras una estancia en alguna estación migratoria”, aseguró el secretario Juan Camilo Mouriño.
Advirtió que las adversidades económicas en las naciones en desarrollo empujan a miles de hombres y mujeres a alejarse del lugar donde crecieron y convertirse en víctimas de secuestros, robos, contrabando, extorsiones, tráfico de órganos y abusos innumerables.
Genaro García Luna, titular de la SSPF, coincidió en que con la firma de este convenio, el gobierno da un paso fundamental para modernizar la operación política migratoria ante la amenaza a la seguridad pública.
Humberto Ortiz, El Economista, 31 de julio.
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