Culiacán, Sin., 2 de septiembre. Desconocidos amenazaron este jueves a directivos y trabajadores del periódico Noroeste, de Mazatlán, con realizar nuevos ataques, luego de la agresión a balazos contra sus instalaciones la madrugada del miércoles, confirmaron fuentes de la Procuraduría General de Justicia del estado (PGJE).
Investigadores de la Policía Ministerial realizan nuevas pesquisas, pues al parecer los amagos provinieron de la misma persona que insistió en realizar nuevos atentados contra el diario.
Alrededor de las 12 horas de hoy, personal del periódico debió desalojar las oficinas tras una advertencia de bomba, confirmaron directivos del Noroeste. Sólo personal de edición e impresión permanecía en el edificio. Las amenazas fueron atribuidas a una célula del cártel de Juárez.
“Nosotros estamos trabajando normalmente y también tomamos algunas providencias, pero nada más”, dijo un directivo del Noroeste, vía telefónica. En la edición de este jueves, en el editorial del diario, titulado “¡No vamos a ceder!”, el periódico advierte que este ataque “sin duda es un atentado contra el derecho a informar y a ser informado, pero a la vez es un claro síntoma del grave deterioro del estado de derecho en Sinaloa, donde el ciudadano común ve cómo cada día van siendo constreñidos y anulados muchos de sus derechos por la ineficacia e ineficiencia de las autoridades de todos los niveles”.
El rotativo exigió a la autoridad estatal el esclarecimiento de la agresión y garantías para el ejercicio pleno del periodismo y la libertad de expresión. La autoridad estatal, denunció, no ha cumplido con su obligación de prevenir e investigar actos contrarios a la libertad de expresión, ya que permanecen impunes un sinnúmero de atentados contra medios y periodistas, y no cesa la escalada de violencia contra empresas de comunicación y sus trabajadores.
Señaló que es inexplicable que el gobierno federal “ponga oídos sordos” a los reclamos de los sinaloenses, en el sentido de que en la entidad se combata a fondo el crimen organizado, tal como se hace en otros estados.
La madrugada del pasado miércoles desconocidos balacearon la fachada del inmueble, ubicado en bulevar Ejército Mexicano, que es el principal acceso a la ciudad de Mazatlán. En el lugar, agentes ministeriales encontraron 64 casquillos para fusil AK-47, y una manta en la que se acusó al gobierno federal de proteger a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, e Ismael Zambada, El Mayo, líderes del cártel de Sinaloa.
El ataque al rotativo solamente provocó daños materiales en fachada, muebles, cristales y oficinas de recepción, pues el personal de redacción y directivos ya se había retirado.
Investigadores de la Policía Ministerial realizan nuevas pesquisas, pues al parecer los amagos provinieron de la misma persona que insistió en realizar nuevos atentados contra el diario.
Alrededor de las 12 horas de hoy, personal del periódico debió desalojar las oficinas tras una advertencia de bomba, confirmaron directivos del Noroeste. Sólo personal de edición e impresión permanecía en el edificio. Las amenazas fueron atribuidas a una célula del cártel de Juárez.
“Nosotros estamos trabajando normalmente y también tomamos algunas providencias, pero nada más”, dijo un directivo del Noroeste, vía telefónica. En la edición de este jueves, en el editorial del diario, titulado “¡No vamos a ceder!”, el periódico advierte que este ataque “sin duda es un atentado contra el derecho a informar y a ser informado, pero a la vez es un claro síntoma del grave deterioro del estado de derecho en Sinaloa, donde el ciudadano común ve cómo cada día van siendo constreñidos y anulados muchos de sus derechos por la ineficacia e ineficiencia de las autoridades de todos los niveles”.
El rotativo exigió a la autoridad estatal el esclarecimiento de la agresión y garantías para el ejercicio pleno del periodismo y la libertad de expresión. La autoridad estatal, denunció, no ha cumplido con su obligación de prevenir e investigar actos contrarios a la libertad de expresión, ya que permanecen impunes un sinnúmero de atentados contra medios y periodistas, y no cesa la escalada de violencia contra empresas de comunicación y sus trabajadores.
Señaló que es inexplicable que el gobierno federal “ponga oídos sordos” a los reclamos de los sinaloenses, en el sentido de que en la entidad se combata a fondo el crimen organizado, tal como se hace en otros estados.
La madrugada del pasado miércoles desconocidos balacearon la fachada del inmueble, ubicado en bulevar Ejército Mexicano, que es el principal acceso a la ciudad de Mazatlán. En el lugar, agentes ministeriales encontraron 64 casquillos para fusil AK-47, y una manta en la que se acusó al gobierno federal de proteger a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, e Ismael Zambada, El Mayo, líderes del cártel de Sinaloa.
El ataque al rotativo solamente provocó daños materiales en fachada, muebles, cristales y oficinas de recepción, pues el personal de redacción y directivos ya se había retirado.
Javier Valdez Cárdenas, La Jornada, 3 de septiembre.
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