SINALOA. Directivos del periódico Noroeste en Mazatlán denunciaron que la misma voz que los extorsionó vía telefónica antes del ataque a balazos de la madrugada del miércoles a sus instalaciones, exigió ayer 200 mil pesos con la amenaza de hacer explotar el edificio.
En un comunicado, el rotativo señaló que el hostigamiento continuó a través de llamadas telefónicas y en la calle de forma directa a los trabajadores.
“En lo que aparenta ser la misma persona que amenazó al periódico el martes, antes de cometer el atentado la madrugada del miércoles, el hombre realizó ayer varias llamadas para intentar extorsionar a su personal”, refiere el texto.
Elementos de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa, que asisten en las investigaciones, confirmaron que la voz corresponde a las llamadas recibidas y grabadas la noche del martes. Horas después, dos sujetos armados dispararan contra la fachada del inmueble, en el fraccionamiento Campo Bello, cuando editores, reporteros y diseñadores ya no se encontraban en el lugar.
Ayer, alrededor de las 10:40 horas se registró la primera de tres llamadas telefónicas en la recepción. “Entró directamente a la recepción y el responsable pidió hablar con un gerente. La llamada fue transferida a un directivo, al que el delincuente le exigió 200 mil pesos”.
La voz pidió el dinero para las 15:00 horas y dijo que lo recogería en la recepción del periódico. “El delincuente exigió el dinero a cambio de ‘dejar en paz’ a Noroeste, pidió al directivo ‘no hacer panchos’ y aclaró que no tiene nada en contra del personal del periódico, pero amenazó con ‘volar’ el edificio si no se le entregaban el dinero”.
Tras solicitar tiempo para responder a la exigencia, el delincuente aseguró que realizaría una segunda llamada. A las 11:15 horas se repitió la demanda. Una hora después, alrededor de las 12:20 horas, la voz volvió a exigir el dinero y aseguró que realizaría una cuarta llamada cerca de las 14:00 horas, en un intento por consumar la extorsión. La cuarta llamada nunca se realizó.
Durante las llamadas, el delincuente se refirió al ataque realizado contra las instalaciones de Noroeste, la madrugada del miércoles, como una muestra de su capacidad para hacer daño.
“Para que vean que no andamos con juegos”. El martes, unas tres horas antes del ataque con armas largas a Noroeste, presuntamente esta misma persona realizó un par de llamadas para exigir que se publique información en contra del cártel de Sinaloa, pero en esa ocasión había dejado en claro que no le interesaba el dinero.
Amenazas directas
En la calle también fue amenazado personal de Noroeste en dos hechos distintos, el primero cuando un vehículo Nissan color negro hostigó a dos periodistas que se trasladaban en una de las camionetas oficiales del periódico. Los delincuentes les gritaron diversas amenazas desde el auto. A mediodía, un vehículo se acercó a una camioneta de personal de distribución y sus ocupantes mostraron sus armas largas, en un evidente acto de intimidación.
Como medida preventiva fue desalojado el personal administrativo y cerrada el área comercial, para proteger a clientes y trabajadores. El personal de redacción y el equipo directivo continuó en el edificio para ofrecer la edición diaria a sus lectores.
Tras el ataque del miércoles, el periódico Noroeste publicó ayer en su titular principal: “¡No vamos a ceder!”.
Explicó en primera plana que “fiel a los principios de quienes lo fundaron, y como lo ha demostrado a lo largo de 37 años de haber sido creado, Noroeste se mantiene firme en su vocación de ejercer un periodismo independiente e imparcial, que no claudicará para seguir garantizando a los sinaloenses su derecho a estar informados”.
En un comunicado, el rotativo señaló que el hostigamiento continuó a través de llamadas telefónicas y en la calle de forma directa a los trabajadores.
“En lo que aparenta ser la misma persona que amenazó al periódico el martes, antes de cometer el atentado la madrugada del miércoles, el hombre realizó ayer varias llamadas para intentar extorsionar a su personal”, refiere el texto.
Elementos de la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa, que asisten en las investigaciones, confirmaron que la voz corresponde a las llamadas recibidas y grabadas la noche del martes. Horas después, dos sujetos armados dispararan contra la fachada del inmueble, en el fraccionamiento Campo Bello, cuando editores, reporteros y diseñadores ya no se encontraban en el lugar.
Ayer, alrededor de las 10:40 horas se registró la primera de tres llamadas telefónicas en la recepción. “Entró directamente a la recepción y el responsable pidió hablar con un gerente. La llamada fue transferida a un directivo, al que el delincuente le exigió 200 mil pesos”.
La voz pidió el dinero para las 15:00 horas y dijo que lo recogería en la recepción del periódico. “El delincuente exigió el dinero a cambio de ‘dejar en paz’ a Noroeste, pidió al directivo ‘no hacer panchos’ y aclaró que no tiene nada en contra del personal del periódico, pero amenazó con ‘volar’ el edificio si no se le entregaban el dinero”.
Tras solicitar tiempo para responder a la exigencia, el delincuente aseguró que realizaría una segunda llamada. A las 11:15 horas se repitió la demanda. Una hora después, alrededor de las 12:20 horas, la voz volvió a exigir el dinero y aseguró que realizaría una cuarta llamada cerca de las 14:00 horas, en un intento por consumar la extorsión. La cuarta llamada nunca se realizó.
Durante las llamadas, el delincuente se refirió al ataque realizado contra las instalaciones de Noroeste, la madrugada del miércoles, como una muestra de su capacidad para hacer daño.
“Para que vean que no andamos con juegos”. El martes, unas tres horas antes del ataque con armas largas a Noroeste, presuntamente esta misma persona realizó un par de llamadas para exigir que se publique información en contra del cártel de Sinaloa, pero en esa ocasión había dejado en claro que no le interesaba el dinero.
Amenazas directas
En la calle también fue amenazado personal de Noroeste en dos hechos distintos, el primero cuando un vehículo Nissan color negro hostigó a dos periodistas que se trasladaban en una de las camionetas oficiales del periódico. Los delincuentes les gritaron diversas amenazas desde el auto. A mediodía, un vehículo se acercó a una camioneta de personal de distribución y sus ocupantes mostraron sus armas largas, en un evidente acto de intimidación.
Como medida preventiva fue desalojado el personal administrativo y cerrada el área comercial, para proteger a clientes y trabajadores. El personal de redacción y el equipo directivo continuó en el edificio para ofrecer la edición diaria a sus lectores.
Tras el ataque del miércoles, el periódico Noroeste publicó ayer en su titular principal: “¡No vamos a ceder!”.
Explicó en primera plana que “fiel a los principios de quienes lo fundaron, y como lo ha demostrado a lo largo de 37 años de haber sido creado, Noroeste se mantiene firme en su vocación de ejercer un periodismo independiente e imparcial, que no claudicará para seguir garantizando a los sinaloenses su derecho a estar informados”.
Yovana Gaxiola corresponsal, El Universal, 10 de septiembre.
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