El párroco, quien fue el primero en denunciar el plagio de 50 indocumentados en Santa María Chahuites, aceptó temer por su vida, porque ha sido intimidado por grupos que se encuentran detrás de los raptos de ilegales, además de señalar que están coludidos con agentes federales y del Instituto Nacional de Migración.
Dijo que el Istmo de Tehuantepec puede ser considerada como capital del secuestro en América Latina por el elevado número de delitos de ese tipo que se cometen sin que haya acciones policiacas para detener a los responsables.
“El Istmo es una zona muy cotizada, donde operan bandas internacionales de delincuentes”, señaló el sacerdote en conferencia de prensa celebrada en el albergue Hermanos del Camino, localizada en Ciudad Ixtepec.
Ahí narró la más reciente intimidación, que fue entregada a un colaborador de su equipo de trabajo. “En la nota se advierte que tanto Los Zetas como políticos han ofrecido dinero a varios asesinos a sueldo para que me maten”, señaló.
Solalinde dijo que gobierno mexicano tiene que empezar a tomar medidas de seguridad emergente, como sellar la frontera sur, a fin de blindarla de la incursión de bandas criminales.
De acuerdo con el párroco, los ilegales secuestrados el pasado 16 de diciembre (de los que se desconoce su paradero) “ya fueron sacados del territorio oaxaqueño, tras ser considerada tierra caliente”.
Oaxaca • Óscar Rodríguez, Milenio, 27 de diciembre.
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