En otro gesto simbólico, el jefe la Iglesia católica cubana, cardenal Jaime Ortega, ofició la misa por Nochebuena en la mayor cárcel de la isla y hoy festejó la Navidad en la Catedral de La Habana, rodeado de isleños de todos los signos políticos. “Esto es muy significativo en la coyuntura actual”, dijo a MILENIO el profesor Enrique López Oliva, secretario del Capítulo Cuba de la Comisión para el Estudio de la Historia de la Iglesia en América Latina, al subrayar el papel de “interlocutor” social que está jugando la Iglesia.
El cardenal llegó a la cárcel Combinado del Este de La Habana poco antes de las nueve de la mañana del 24 de diciembre, hora en la que comenzó la misa, a la que asistieron unos 20 presos, según fuentes eclesiásticas. A diferencia de lo que ocurre en el resto del continente, en la isla las fiestas navideñas no tienen carácter masivo, son reuniones familiares con el cerdo asado, el arroz blanco, los frijoles negros y la yuca con mojo como invitados de honor, y acudir a misa es una práctica reducida.
Las iglesias católica y evangélica fueron autorizadas en 2009 a oficiar de manera sistemática en prisiones cubanas. Celebraciones navideñas se realizaron en otras penitenciarías, a las que en meses anteriores acudieron también artistas célebres, encabezados por el cantautor Silvio Rodríguez. En el Combinado del Este están agrupados los presos que son excarcelados en goteo desde julio para viajar automáticamente a España (56) o que permanecen en el país después de su liberación (1), como resultado de las negociaciones iniciadas en mayo por el cardenal y el presidente Raúl Castro.
“Las relaciones con el Estado han entrado en nueva fase después de la entrevista (Castro-Ortega) y del papel asumido por la iglesia para solucionar el asunto de los presos políticos, en un contexto en que la iglesia y su movimiento laical buscan un nuevo consenso nacional a favor de cambios en el país”, consideró el profesor López Oliva.
Navidad de disidentes
••• Satisfechos de vivir por fin en “libertad y democracia”, los 50 disidentes cubanos acogidos en España desde julio celebran su primera Navidad en el exilio, aunque con nostalgia de su isla. “Después de estos años sin celebrar la Navidad, es uno de los regocijos más importantes desde que estamos en España”, confiesa complacido, en Alzira (Valencia), Antonio Díaz, que ha recibido además un regalo navideño de un amigo que no esperaba: 100 euros (130 dólares) de un boleto del Gordo de la Lotería Nacional española. Juan Carlos Herrera es más negativo: “Si negra era la Navidad en Cuba, aquí también lo es. Me siento aún encarcelado, sin atención médica y sin ropa de invierno. Es una Navidad sin rejas, pero ahora tengo otras barreras”. (Madrid • EFE.)
La Habana • Manuel Juan Somoza, Milenio, 26 de diciembre.
El cardenal llegó a la cárcel Combinado del Este de La Habana poco antes de las nueve de la mañana del 24 de diciembre, hora en la que comenzó la misa, a la que asistieron unos 20 presos, según fuentes eclesiásticas. A diferencia de lo que ocurre en el resto del continente, en la isla las fiestas navideñas no tienen carácter masivo, son reuniones familiares con el cerdo asado, el arroz blanco, los frijoles negros y la yuca con mojo como invitados de honor, y acudir a misa es una práctica reducida.
Las iglesias católica y evangélica fueron autorizadas en 2009 a oficiar de manera sistemática en prisiones cubanas. Celebraciones navideñas se realizaron en otras penitenciarías, a las que en meses anteriores acudieron también artistas célebres, encabezados por el cantautor Silvio Rodríguez. En el Combinado del Este están agrupados los presos que son excarcelados en goteo desde julio para viajar automáticamente a España (56) o que permanecen en el país después de su liberación (1), como resultado de las negociaciones iniciadas en mayo por el cardenal y el presidente Raúl Castro.
“Las relaciones con el Estado han entrado en nueva fase después de la entrevista (Castro-Ortega) y del papel asumido por la iglesia para solucionar el asunto de los presos políticos, en un contexto en que la iglesia y su movimiento laical buscan un nuevo consenso nacional a favor de cambios en el país”, consideró el profesor López Oliva.
Navidad de disidentes
••• Satisfechos de vivir por fin en “libertad y democracia”, los 50 disidentes cubanos acogidos en España desde julio celebran su primera Navidad en el exilio, aunque con nostalgia de su isla. “Después de estos años sin celebrar la Navidad, es uno de los regocijos más importantes desde que estamos en España”, confiesa complacido, en Alzira (Valencia), Antonio Díaz, que ha recibido además un regalo navideño de un amigo que no esperaba: 100 euros (130 dólares) de un boleto del Gordo de la Lotería Nacional española. Juan Carlos Herrera es más negativo: “Si negra era la Navidad en Cuba, aquí también lo es. Me siento aún encarcelado, sin atención médica y sin ropa de invierno. Es una Navidad sin rejas, pero ahora tengo otras barreras”. (Madrid • EFE.)
La Habana • Manuel Juan Somoza, Milenio, 26 de diciembre.
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