CIUDAD IXTEPEC, Oax.— “Aquí me matan, aquí me quedo. Ni muerto me sacarán del albergue”, expresó el padre Alejandro Solalinde Guerra vía telefónica al obispo de la diócesis del Istmo Tehuantepec, Óscar Armando Contreras, como una de las dos peticiones que le hizo al jerarca católico por la situación de riesgo que vive ante las amenazas de muerte que ha recibido por trastocar intereses de grupos delictivos.
Sentado en una silla de plástico en medio de su cuarto-oficina de apenas tres por tres metros, en el albergue Hermanos en el Camino, el padre Solalinde Guerra muestra emoción al narrar las dos llamadas de respaldo que recibió del arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, y el obispo del Istmo de Tehuantepec, Óscar Armando Contreras.
A través del arzobispo José Luis Chávez, dijo, recibió todo el respaldo de los obispos del estado de Oaxaca por el trabajo que realiza a favor de los migrantes y su lucha por defenderlos de los grupos delictivos.
Mientras que del obispo Óscar Contreras escuchó: “Te queremos decir que no eres un loco aislado que está haciendo las cosas a su ocurrencia o manera. Eres parte de una acción de iglesia, y nos solidarizamos con tu equipo y migrantes”.
Pide no abandonar su causa
Al obispo de Tehuantepec le pidió, además de sus bendiciones, dos cosas: continuar con el trabajo que se realiza en el albergue si lo asesinan, y además sepultarlo en el espacio que él construyó, “no quiero que me saquen de aquí ni muerto. Que digan ‘aquí se quedó, aquí permaneció’”, dijo el padre.
El sacerdote toluqueño de 65 años aseguró que ante la situación en la que se encuentra no tiene miedo de ser asesinado por el crimen organizado, aunque está consciente que el fin está cerca, “tengo la claridad que me van a matar. Aunque no tengo miedo a la muerte, me impresiona la inminencia de un fin. Entiendo que estoy trastocando intereses fuertísimos, enemigos que ni siquiera dan la cara, pero existen y son poderosos”
El representante de la Pastoral de Movilidad Humana del Episcopado Mexicano en el sureste consideró que nunca antes su vida estuvo en peligro, pues su enemigo está a tan sólo 800 metros del albergue en Ciudad Ixtepec. Asegura que para él, la gracia de Dios lo protege y la solidaridad de la Iglesia lo motivan a seguir con su lucha, apoyando a los centroamericanos.
Prevén comparecencia
En tanto, el presidente de la Comisión de Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia de la Comisión Permanente, el diputado Heliodoro Díaz, dijo que se buscará citar a comparecer al secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, y al comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, ante las inconsistencias y fallas mostradas para evitar el secuestro y asalto de inmigrantes centroamericanos.
El legislador agregó que el hecho “deja en entredicho a la política interior en materia migratoria, y muy mal parado al gobierno federal por las pifias cometidas en el país”.
Precisó que aunque en los próximos días el caso pueda tomar cauce por la vía jurídica y penal, lo más importante es que la Comisión Permanente conozca a detalle el porqué de las omisiones e ineficiencia.
Añadió que los funcionarios deben informar “qué se está haciendo al respecto para evitar esta constante violación, abusos, malos tratos, secuestros y hasta asesinatos masivos en contra de inmigrantes”.
Díaz agregó que la comparecencia está fundamentada por las dudas que surgen en el manejo de la política migratoria, como las acciones que tomaron la Secretaría de Gobernación (Segob) y el Instituto Nacional de Migración (INM) para confirmar o desechar la denuncia del gobierno de El Salvador.
Sentado en una silla de plástico en medio de su cuarto-oficina de apenas tres por tres metros, en el albergue Hermanos en el Camino, el padre Solalinde Guerra muestra emoción al narrar las dos llamadas de respaldo que recibió del arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello, y el obispo del Istmo de Tehuantepec, Óscar Armando Contreras.
A través del arzobispo José Luis Chávez, dijo, recibió todo el respaldo de los obispos del estado de Oaxaca por el trabajo que realiza a favor de los migrantes y su lucha por defenderlos de los grupos delictivos.
Mientras que del obispo Óscar Contreras escuchó: “Te queremos decir que no eres un loco aislado que está haciendo las cosas a su ocurrencia o manera. Eres parte de una acción de iglesia, y nos solidarizamos con tu equipo y migrantes”.
Pide no abandonar su causa
Al obispo de Tehuantepec le pidió, además de sus bendiciones, dos cosas: continuar con el trabajo que se realiza en el albergue si lo asesinan, y además sepultarlo en el espacio que él construyó, “no quiero que me saquen de aquí ni muerto. Que digan ‘aquí se quedó, aquí permaneció’”, dijo el padre.
El sacerdote toluqueño de 65 años aseguró que ante la situación en la que se encuentra no tiene miedo de ser asesinado por el crimen organizado, aunque está consciente que el fin está cerca, “tengo la claridad que me van a matar. Aunque no tengo miedo a la muerte, me impresiona la inminencia de un fin. Entiendo que estoy trastocando intereses fuertísimos, enemigos que ni siquiera dan la cara, pero existen y son poderosos”
El representante de la Pastoral de Movilidad Humana del Episcopado Mexicano en el sureste consideró que nunca antes su vida estuvo en peligro, pues su enemigo está a tan sólo 800 metros del albergue en Ciudad Ixtepec. Asegura que para él, la gracia de Dios lo protege y la solidaridad de la Iglesia lo motivan a seguir con su lucha, apoyando a los centroamericanos.
Prevén comparecencia
En tanto, el presidente de la Comisión de Gobernación, Puntos Constitucionales y Justicia de la Comisión Permanente, el diputado Heliodoro Díaz, dijo que se buscará citar a comparecer al secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, y al comisionado del Instituto Nacional de Migración, Salvador Beltrán del Río, ante las inconsistencias y fallas mostradas para evitar el secuestro y asalto de inmigrantes centroamericanos.
El legislador agregó que el hecho “deja en entredicho a la política interior en materia migratoria, y muy mal parado al gobierno federal por las pifias cometidas en el país”.
Precisó que aunque en los próximos días el caso pueda tomar cauce por la vía jurídica y penal, lo más importante es que la Comisión Permanente conozca a detalle el porqué de las omisiones e ineficiencia.
Añadió que los funcionarios deben informar “qué se está haciendo al respecto para evitar esta constante violación, abusos, malos tratos, secuestros y hasta asesinatos masivos en contra de inmigrantes”.
Díaz agregó que la comparecencia está fundamentada por las dudas que surgen en el manejo de la política migratoria, como las acciones que tomaron la Secretaría de Gobernación (Segob) y el Instituto Nacional de Migración (INM) para confirmar o desechar la denuncia del gobierno de El Salvador.
El Universal, 27 de diciembre.
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