La paradoja cubana


SAN JOSÉ.— ¿Cuál es la ironía de que Cuba albergue diálogos de paz entre el gobierno y la guerrilla de Colombia y muestre a los cubanos la “fiesta de participación democrática” en la disputa electoral en Venezuela, pero prohíba el pluripartidismo y la existencia de una oposición interna y se niegue a convocar a comicios libres, como los venezolanos, o a abrir una negociación política con sus contrincantes, como los colombianos?
La respuesta de la oposición cubana es que aunque el régimen comunista permite cambios económicos, no aceptará una apertura política, ya que siempre se ha opuesto a convocar a comicios como los de Venezuela, bajo el alegato de que son “elecciones burguesas”, y ha rechazado dialogar con los opositores cubanos, como se disponen a hacer los dos bandos colombianos, con el argumento de que son mercenarios al servicio de Estados Unidos.
“Claro que es una contradicción y esperamos que sea un desafío y un llamado a la conciencia del gobierno cubano. Conozco a muchos compatriotas míos, cubanos y cubanas que viven aquí en la isla, que desearían que al interior de la nación ocurriera lo mismo que Cuba felicita en sus relaciones internacionales”, dijo el opositor cubano Dagoberto Valdés.
Entrevistado telefónicamente por EL UNIVERSAL, Valdés declaró desde la isla que si en el periódico Granma, órgano oficial del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), “sale que Venezuela nos ha dado una lección de democracia, entonces quiero para Cuba por lo menos, y digo por lo menos, lo que ha ocurrido en Venezuela. Y quisiera para Cuba, todo el tiempo, el diálogo como el único camino pacífico para la solución de los conflictos”.
“En ambas cosas el primer paso es el reconocimiento del pluralismo, que existe ya en la sociedad cubana, y el reconocimiento de la oposición, de la disidencia y del resto de la sociedad civil cubana. Esto es un paso previo del diálogo y de unas elecciones pluripartidistas”, agregó.
“Para el gobierno cubano, los que no piensan como el gobierno son como si no existieran, no se tienen que tomar en cuenta. Es desprecio total, una discriminación contra los cubanos en su propio país y eso ha sido siempre así, en los últimos años cada vez más evidente”, denunció la cubana Ofelia Acevedo, viuda del disidente Oswaldo Payá, muerto en un accidente de tránsito en el oriente de la isla en julio de este año.
Al referirse al auspicio de Cuba a negociaciones entre el gobierno y la guerrilla colombianos, Acevedo afirmó en una plática telefónica con este diario desde La Habana que “sabemos que (el gobierno cubano) siempre interviene en asuntos en otros países, aunque no permite que nadie dé una opinión respecto a eso en Cuba. Acusa a todo el mundo de injerencia cuando tratan de señalarle al gobierno cubano (…) esta paradoja”.
Respetar diferencias
Como parte de la intensa cobertura de la campaña electoral y de los comicios venezolanos que se registró este año en los medios cubanos de comunicación, todos bajo control estatal, Granma tituló el pasado lunes 8 de octubre: “Venezuela, fiesta de participación democrática”.
“Gana Chávez, gana el pueblo”, añadió el principal rotativo del régimen comunista al informar al día siguiente de los comicios que el presidente
José Meléndez corresponsal, El Universal, 23 de octubre.

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