Por segunda ocasión en la gestión de Felipe Calderón, el gabinete de seguridad de México se reunió a puerta cerrada con el secretario de Seguridad Interna de Estados Unidos, Michael Chertoff, para evaluar el estado en que se encuentra la cooperación bilateral en contra del crimen organizado internacional y la recién aprobada Iniciativa Mérida.
En el cónclave efectuado ayer en el Palacio de Covián, participaron los secretarios de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván; de Marina, Mariano Saynez Mendoza; de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y el procurador General de la República, Eduardo Medina Mora.
Más tarde, en una conferencia de prensa, el funcionario estadunidense expresó su “real admiración” por el presidente Felipe Calderón y su determinación en el combate a la delincuencia organizada. Dijo que gracias a ese trabajo se ha logrado disminuir el tráfico de drogas y de personas, además de que se ha reducido el ámbito de acción de los delincuentes.
Sobre la frontera México-Estados Unidos, señaló que ahora existe más control, y aunque reconoció que el nivel de violencia ha crecido en la zona, esto se debe a que los delincuentes sienten más presión de las autoridades de ambos lados.
También admitió que el muro y la malla construidos por el gobierno de su país no son una solución en sí misma, pero son parte del trabajo que se tiene que hacer para controlar el flujo ilegal de drogas y de personas, y se complementa con tecnología, vehículos y personal de la Patrulla Fronteriza.
Señaló que estas acciones, que han demostrado ser efectivas, servirán de base para lograr que el Congreso apruebe un acuerdo migratorio que permita la presencia de trabajadores temporales en forma legal, ordenada y segura.
Chertoff se refirió también a la reciente detención del minisubmarino que transportaba droga en las costas de Oaxaca. Comentó que México y Estados Unidos compartieron información de inteligencia en este caso y reconoció que el mérito es de la Marina mexicana por la forma en que se realizó la captura, empleando un helicóptero y personal que bajó a rapel hasta el sumergible.
En cuanto a la distribución de drogas en su país, Chertoff comentó que se realiza, sobre todo, un trabajo de inteligencia para infiltrar a las casi cuatro mil pandillas dedicadas al narcomenudeo que se han detectado en territorio estadunidense, con el fin de ubicar claramente las actividades de cada uno de sus miembros.
Al secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos lo acompañó una delegación de funcionarios de alto nivel de su departamento y el embajador de esa nación en México, Antonio O. Garza.
Eventuales “riesgos”
Previo a su reunión con el gabinete de seguridad, Chertoff sostuvo conversaciones con los secretarios de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, alrededor de las 10 de la mañana, con los que habló sobre los mismos temas, según un comunicado de Gobernación.
Cuatro horas después del encuentro privado, se dio a conocer que Chertoff y los responsables de la política interior y exterior de México dialogaron sobre la importancia de avanzar en los tiempos previstos para la plena instrumentación de la Iniciativa Mérida y la necesidad de incrementar la cooperación bilateral para enfrentar de manera compartida los eventuales “riesgos” a la seguridad.
Cabe recordar que de acuerdo con los términos en que el Senado estadunidense aprobó apoyar a México, los 400 millones de dólares que se darán en especie para la adquisición de equipo tecnológico y entrenamiento de los elementos de seguridad mexicanos, se adjudicarán este y el próximo año de acuerdo con los presupuestos fiscales del vecino país, es decir, cada 30 de septiembre.
En torno a la colaboración hicieron hincapié en que ésta se lleve a cabo mediante “los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua y respeto a la jurisdicción de ambas naciones”.
Gobernación indicó que en dichos encuentros se destacó el firme compromiso de la administración del presidente Felipe Calderón para combatir a la delincuencia organizada trasnacional, en particular el narcotráfico, y a la violencia derivada de esta actividad.
Otro tema sensible que abordaron fue el tráfico de armas a territorio mexicano, aspecto sobre el cual acordaron ampliar la cooperación bilateral para erradicarlo.
En el cónclave efectuado ayer en el Palacio de Covián, participaron los secretarios de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván; de Marina, Mariano Saynez Mendoza; de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, y el procurador General de la República, Eduardo Medina Mora.
Más tarde, en una conferencia de prensa, el funcionario estadunidense expresó su “real admiración” por el presidente Felipe Calderón y su determinación en el combate a la delincuencia organizada. Dijo que gracias a ese trabajo se ha logrado disminuir el tráfico de drogas y de personas, además de que se ha reducido el ámbito de acción de los delincuentes.
Sobre la frontera México-Estados Unidos, señaló que ahora existe más control, y aunque reconoció que el nivel de violencia ha crecido en la zona, esto se debe a que los delincuentes sienten más presión de las autoridades de ambos lados.
También admitió que el muro y la malla construidos por el gobierno de su país no son una solución en sí misma, pero son parte del trabajo que se tiene que hacer para controlar el flujo ilegal de drogas y de personas, y se complementa con tecnología, vehículos y personal de la Patrulla Fronteriza.
Señaló que estas acciones, que han demostrado ser efectivas, servirán de base para lograr que el Congreso apruebe un acuerdo migratorio que permita la presencia de trabajadores temporales en forma legal, ordenada y segura.
Chertoff se refirió también a la reciente detención del minisubmarino que transportaba droga en las costas de Oaxaca. Comentó que México y Estados Unidos compartieron información de inteligencia en este caso y reconoció que el mérito es de la Marina mexicana por la forma en que se realizó la captura, empleando un helicóptero y personal que bajó a rapel hasta el sumergible.
En cuanto a la distribución de drogas en su país, Chertoff comentó que se realiza, sobre todo, un trabajo de inteligencia para infiltrar a las casi cuatro mil pandillas dedicadas al narcomenudeo que se han detectado en territorio estadunidense, con el fin de ubicar claramente las actividades de cada uno de sus miembros.
Al secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos lo acompañó una delegación de funcionarios de alto nivel de su departamento y el embajador de esa nación en México, Antonio O. Garza.
Eventuales “riesgos”
Previo a su reunión con el gabinete de seguridad, Chertoff sostuvo conversaciones con los secretarios de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y de Relaciones Exteriores, Patricia Espinosa, alrededor de las 10 de la mañana, con los que habló sobre los mismos temas, según un comunicado de Gobernación.
Cuatro horas después del encuentro privado, se dio a conocer que Chertoff y los responsables de la política interior y exterior de México dialogaron sobre la importancia de avanzar en los tiempos previstos para la plena instrumentación de la Iniciativa Mérida y la necesidad de incrementar la cooperación bilateral para enfrentar de manera compartida los eventuales “riesgos” a la seguridad.
Cabe recordar que de acuerdo con los términos en que el Senado estadunidense aprobó apoyar a México, los 400 millones de dólares que se darán en especie para la adquisición de equipo tecnológico y entrenamiento de los elementos de seguridad mexicanos, se adjudicarán este y el próximo año de acuerdo con los presupuestos fiscales del vecino país, es decir, cada 30 de septiembre.
En torno a la colaboración hicieron hincapié en que ésta se lleve a cabo mediante “los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua y respeto a la jurisdicción de ambas naciones”.
Gobernación indicó que en dichos encuentros se destacó el firme compromiso de la administración del presidente Felipe Calderón para combatir a la delincuencia organizada trasnacional, en particular el narcotráfico, y a la violencia derivada de esta actividad.
Otro tema sensible que abordaron fue el tráfico de armas a territorio mexicano, aspecto sobre el cual acordaron ampliar la cooperación bilateral para erradicarlo.
Elizabeth Velasco, La Jornada, 19 de julio.
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