París, 2 de julio. Los gobiernos de los presidentes Nicolas Sarkozy (Francia), Hugo Chávez (Venezuela), George W. Bush (Estados Unidos) y varios más de América Latina, así como las organizaciones de Naciones Unidas y Estados Americanos, y otros organismos internacionales y de derechos humanos, celebraron hoy por separado el rescate militar de 15 rehenes en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Sarkozy, para cuyo gobierno la liberación de la ciudadana la franco-colombiano Ingrid Betancourt, se convirtió en el primer punto de su agenda, fue uno de los primeros en expresar su alegría desde el Palacio del Elíseo y anunciar el envío de un avión oficial con la familia de la dirigente política y el canciller francés Bernard Kouchner con rumbo a Colombia.
Dijo haber sido informado por el presidente colombiano Álvaro Uribe de una “operación militar coronada con éxito”, a quien agradeció el rescate de Betancourt y pidió a las FARC que ponga fin a “su combate absurdo y medieval”.
Rodeado de los dos hijos de la política, Melanie y Lorenzo, y de su hermana Astrid Betancourt, reiteró que su gobierno está dispuesto a recibir a todos los que decidan renunciar a la lucha armada.
El gobierno venezolano informó, en un comunicado, que “se suma al júbilo por el feliz acontecimiento” de la liberación de los rehenes, y reiteró la demanda planteada por el propio Chávez a las FARC, el 8 de junio pasado, de que libere a todos los secuestrados que tiene en su poder.
La cadena estatal VTV refirió que Chávez felicitó telefónicamente a Uribe por la liberación, pero al cierre de esta edición el gobernante venezolano no se había pronunciado públicamente.
En Washington, el presidente George W. Bush llamó a Uribe por teléfono para felicitarlo por el rescate, y caracterizó al colombiano como un “líder fuerte”, quien a su vez le agradeció por el apoyo y confianza para con su gobierno.
Diversos países de América Latina, entre ellos Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Brasil y Nicaragua, y el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, aplaudieron por separado y unánimemente la noticia.
Ecuador, que mantiene rotas las relaciones con Colombia tras el bombardeo sobre su territorio para atacar un campamento de las FARC, recibió con “alivio” la noticia, “algo que el mundo estaba esperando”, según dijo el ministro de Defensa, Javier Ponce. Pero lamentó que no se haya dado en el contexto de un proceso de paz sino por un rescate militar.
Sarkozy, para cuyo gobierno la liberación de la ciudadana la franco-colombiano Ingrid Betancourt, se convirtió en el primer punto de su agenda, fue uno de los primeros en expresar su alegría desde el Palacio del Elíseo y anunciar el envío de un avión oficial con la familia de la dirigente política y el canciller francés Bernard Kouchner con rumbo a Colombia.
Dijo haber sido informado por el presidente colombiano Álvaro Uribe de una “operación militar coronada con éxito”, a quien agradeció el rescate de Betancourt y pidió a las FARC que ponga fin a “su combate absurdo y medieval”.
Rodeado de los dos hijos de la política, Melanie y Lorenzo, y de su hermana Astrid Betancourt, reiteró que su gobierno está dispuesto a recibir a todos los que decidan renunciar a la lucha armada.
El gobierno venezolano informó, en un comunicado, que “se suma al júbilo por el feliz acontecimiento” de la liberación de los rehenes, y reiteró la demanda planteada por el propio Chávez a las FARC, el 8 de junio pasado, de que libere a todos los secuestrados que tiene en su poder.
La cadena estatal VTV refirió que Chávez felicitó telefónicamente a Uribe por la liberación, pero al cierre de esta edición el gobernante venezolano no se había pronunciado públicamente.
En Washington, el presidente George W. Bush llamó a Uribe por teléfono para felicitarlo por el rescate, y caracterizó al colombiano como un “líder fuerte”, quien a su vez le agradeció por el apoyo y confianza para con su gobierno.
Diversos países de América Latina, entre ellos Argentina, Bolivia, Chile, Perú, Brasil y Nicaragua, y el presidente del Parlamento cubano, Ricardo Alarcón, aplaudieron por separado y unánimemente la noticia.
Ecuador, que mantiene rotas las relaciones con Colombia tras el bombardeo sobre su territorio para atacar un campamento de las FARC, recibió con “alivio” la noticia, “algo que el mundo estaba esperando”, según dijo el ministro de Defensa, Javier Ponce. Pero lamentó que no se haya dado en el contexto de un proceso de paz sino por un rescate militar.
AFP, DPA y Reuters, La Jornada, 3 de julio.
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