La propuesta gubernamental de aumentar de 5 a 6.5 millones el número de familias beneficiarias de Oportunidades, que absorbería además el Programa de Apoyo Alimentario (PAA), es adecuada en principio pero entraña diversos riesgos, advirtieron especialistas.
Para Agustín Escobar Latapí, académico del CIESAS, y Rogelio Gómez Hermosillo, ex coordinador nacional de Oportunidades, el programa cuenta con capacidad operativa para atender la demanda adicional de beneficiarios, pero enfrentará problemas de focalización al extenderse a las zonas urbanas y una carga excesiva de trabajo al asumir el padrón del PAA.
"El problema en las zonas urbanas es la focalización, encontrar quiénes realmente son pobres y cuál va a ser su permanencia en el programa. Con la crisis económica, la pobreza va a fluctuar con más velocidad. Oportunidades no está para beneficiar a hogares con catástrofes económicas repentinas. ¿En qué momento decides que ese hogar ya salió del problema? Por eso hay que pensar bien la temporalidad de los nuevos beneficiarios", señaló Escobar Latapí, evaluador externo del programa, en entrevista.
"Hay riesgo de que los errores de cobertura suban, así como el seguimiento de atención a los hogares beneficiarios en las zonas urbanas, porque aún faltan evaluaciones de la operación en las ciudades".
Gómez Hermosillo, por su parte, remarcó la necesidad de respetar los criterios de operación del programa.
"La metodología de focalización de Oportunidades busca sobre todo identificar pobreza estructural o crónica, y no tanto pobreza temporal o coyuntural. Fijar un tiempo de permanencia no es lo importante, sino garantizar la aplicación rigurosa del esquema de corresponsabilidades y la revisión de posibles errores de inclusión", apuntó.
Los especialistas consideraron oportuna y acertada la propuesta de concentrar la operación de Oportunidades y PAA pero advirtieron que ello implicará elevar los costos administrativos del programa de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Los costos de operación de Oportunidades representan actualmente el 5 por ciento del presupuesto del programa, mientras que en el caso del Programa de Apoyo Alimentario la proporción es de 18 por ciento.
"El personal operativo de Oportunidades está a tope, sobretrabajado. Y si además de ir a las localidades que les corresponde, tienen que tomar un burro, subir 3 horas por una vereda, no van a aguantar. Se tendrían que aumentar los recursos operativos de Oportunidades", indicó Escobar.
"El riesgo de los recortes indiscriminados es que cortan tanto a programas prioritarios como a áreas burocráticas sin valor agregado. La situación laboral del personal operativo de Oportunidades debe mejorar, especialmente con cobertura de salud, porque tienen alto riesgo de accidentes por estar mucho tiempo en campo. Eso es una deuda del programa con su personal", planteó Gómez Hermosillo.
Ambos especialistas coincidieron en que Oportunidades es el único programa que tiene la capacidad operativa y de información para sumar a su padrón otros programas, lo cual, consideraron, es deseable en el camino hacia lograr un padrón universal.
"La alineación de los programas puede ser un muy buen primer paso si la mirada es la de integrar de una vez por todas un sistema de protección social que apoye a todos los hogares en pobreza, en cualquier lugar del país", comentó el ex coordinador nacional de Oportunidades.
Lo ideal, agregó, sería no sólo articular Oportunidades y el PAA, sino el programa 70 y más, las becas de educación media superior, incluso la afiliación al Seguro Popular.
"Toda familia en México podría tener asegurado un ingreso mínimo, acceso real e incentivos para acudir a servicios de salud preventiva, becas para terminar la educación media superior y acceso a servicios de salud de segundo nivel (el paquete del Seguro Popular) o a través del IMSS ó ISSSTE", explicó.
Daniela Rea, Reforma, 28 de septiembre.
Para Agustín Escobar Latapí, académico del CIESAS, y Rogelio Gómez Hermosillo, ex coordinador nacional de Oportunidades, el programa cuenta con capacidad operativa para atender la demanda adicional de beneficiarios, pero enfrentará problemas de focalización al extenderse a las zonas urbanas y una carga excesiva de trabajo al asumir el padrón del PAA.
"El problema en las zonas urbanas es la focalización, encontrar quiénes realmente son pobres y cuál va a ser su permanencia en el programa. Con la crisis económica, la pobreza va a fluctuar con más velocidad. Oportunidades no está para beneficiar a hogares con catástrofes económicas repentinas. ¿En qué momento decides que ese hogar ya salió del problema? Por eso hay que pensar bien la temporalidad de los nuevos beneficiarios", señaló Escobar Latapí, evaluador externo del programa, en entrevista.
"Hay riesgo de que los errores de cobertura suban, así como el seguimiento de atención a los hogares beneficiarios en las zonas urbanas, porque aún faltan evaluaciones de la operación en las ciudades".
Gómez Hermosillo, por su parte, remarcó la necesidad de respetar los criterios de operación del programa.
"La metodología de focalización de Oportunidades busca sobre todo identificar pobreza estructural o crónica, y no tanto pobreza temporal o coyuntural. Fijar un tiempo de permanencia no es lo importante, sino garantizar la aplicación rigurosa del esquema de corresponsabilidades y la revisión de posibles errores de inclusión", apuntó.
Los especialistas consideraron oportuna y acertada la propuesta de concentrar la operación de Oportunidades y PAA pero advirtieron que ello implicará elevar los costos administrativos del programa de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Los costos de operación de Oportunidades representan actualmente el 5 por ciento del presupuesto del programa, mientras que en el caso del Programa de Apoyo Alimentario la proporción es de 18 por ciento.
"El personal operativo de Oportunidades está a tope, sobretrabajado. Y si además de ir a las localidades que les corresponde, tienen que tomar un burro, subir 3 horas por una vereda, no van a aguantar. Se tendrían que aumentar los recursos operativos de Oportunidades", indicó Escobar.
"El riesgo de los recortes indiscriminados es que cortan tanto a programas prioritarios como a áreas burocráticas sin valor agregado. La situación laboral del personal operativo de Oportunidades debe mejorar, especialmente con cobertura de salud, porque tienen alto riesgo de accidentes por estar mucho tiempo en campo. Eso es una deuda del programa con su personal", planteó Gómez Hermosillo.
Ambos especialistas coincidieron en que Oportunidades es el único programa que tiene la capacidad operativa y de información para sumar a su padrón otros programas, lo cual, consideraron, es deseable en el camino hacia lograr un padrón universal.
"La alineación de los programas puede ser un muy buen primer paso si la mirada es la de integrar de una vez por todas un sistema de protección social que apoye a todos los hogares en pobreza, en cualquier lugar del país", comentó el ex coordinador nacional de Oportunidades.
Lo ideal, agregó, sería no sólo articular Oportunidades y el PAA, sino el programa 70 y más, las becas de educación media superior, incluso la afiliación al Seguro Popular.
"Toda familia en México podría tener asegurado un ingreso mínimo, acceso real e incentivos para acudir a servicios de salud preventiva, becas para terminar la educación media superior y acceso a servicios de salud de segundo nivel (el paquete del Seguro Popular) o a través del IMSS ó ISSSTE", explicó.
Daniela Rea, Reforma, 28 de septiembre.
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